La Fed no está sola en el mundo y lo que afecta al mundo afecta a EEUU

Captura de Pantalla 2022 10 14 a las 18.46.10

Fuente de la Imagen: El Confidencial

 

Lo que está haciendo la Fed tiene todo el sentido y no representa un gran problema. El problema es que otras economías pueden no estar preparadas para ese ritmo

La Reserva Federal de los EEUU está recuperando el tiempo perdido. Como llegaron tarde a su lucha contra la inflación ahora están aplicando tratamiento de caballo. La pendiente del proceso actual de subidas de tipos de interés es la mayor de la historia. Los tipos de interés han subido muchas veces, pero no a base de 75 puntos porcentuales en cada reunión. Incluso ha habido miembros de la Fed que han abogado por subidas de un punto porcentual.

Lo que está haciendo la Fed tiene todo el sentido y no representa un gran problema si se mira desde una perspectiva exclusivamente interna. Su problema de inflación viene de la fortaleza de su economía – incluido un sólido pleno empleo -, así que pueden permitirse subir tipos mucho y muy rápido sin hacerse demasiado daño. El problema es que otras economías pueden no estar preparadas para ese ritmo y eso puede tener consecuencias imprevistas sobre la economía norteamericana. Aunque no lo crean, Norteamérica está en el mundo y le afecta lo que le ocurra al mundo.

Veamos por ejemplo la economía europea. Es ya evidente que quien paga la factura de las sanciones a Rusia es Europa. Pronto entrará en una recesión mucho más fuerte que la norteamericana. Y el problema es que en Europa la inflación tiene mucho que ver con el incremento de los costes de la energía y las materias primas y mucho menos con la fortaleza de la economía europea.

La confianza de los consumidores europeos está por debajo de lo que estaba en plena pandemia. Y lo mismo ocurre con la de los empresarios. Admitiendo que no hay más remedio que subir los tipos de interés para controlar la inflación, el problema es que la mayor parte de la inflación europea está lejos del control del BCE. Actualmente, el grueso del IPC de la eurozona es consecuencia del efecto rebote de las sanciones y del corte de gas de Putin. En un erial económico como el europeo, subir tipos de interés es muy delicado, porque pronto coincidirá con una recesión muy superior a la que pueda sufrir Estados Unidos. Imagínense el panorama: en Europa suben las hipotecas y suben los precios, pero no suben los salarios porque las empresas no van a estar en condiciones de subirlos. Y aumenta el paro.

Si no existiera el dólar ni los capitales se pudieran mover con libertad hacia donde estén mejor remunerados, el BCE podría subir los tipos de interés de forma moderada y no necesitaría subirlos demasiado, porque no hay mejor antídoto contra la inflación que una buena recesión. Si la gente no tiene dinero lo primero que hace es buscar el producto más barato o a consumir solo productos de primera necesidad. En un contexto así la inflación obviamente baja. Como dice el refrán “a la fuerza ahorcan”.

Irónicamente, el BCE podría tener que seguir subiendo tipos aunque baje la inflación, porque tiene que competir con los elevados tipos de interés norteamericanos y, sobre todo, impedir que se hunda el euro. Y a más inestable, insegura y económicamente débil se encuentra Europa, más caerá el euro y más tendrá que subir tipos el BCE para evitarlo. La valoración de una divisa no depende únicamente del diferencial de tipos de interés: también refleja la situación de la economía subyacente y, en cierta medida, la situación política.

Algo parecido hemos visto en el Reino Unido. Aunque se le echa la culpa de la caída de la libra frente al dólar a la bajada de impuestos – por el incremento de deuda que esto puede suponer -, la realidad es que el dólar se está revalorizando contra todas las principales divisas, incluido el yuan chino. Si el mercado estuviera penalizando el incremento de deuda penalizaría también con fuerza a la Eurozona, donde el endeudamiento se ha incrementado enormemente y encima ahora hasta el avalista (Alemania) está endeudado.

Si el mundo tiene que subir los tipos de interés a un ritmo muy superior al que justificaría su fortaleza económica, el mundo tiene un problema. Si los bonos de los distintos países siguen cayendo como consecuencia de las subidas de tipos, el sector financiero tendrá un problema (esas pérdidas tienen que provisionarse). Ya hemos visto a donde se ha ido el valor de los fondos de pensiones británicos como consecuencia de la caída en el precio de los bonos en el Reino Unido. Y los políticos de la Eurozona deberían de recordar aquello de “cuando las barbas del vecino veas mojar, pon las tuyas a remojo”. No está mucho peor el Reino Unido que nosotros, ni en perspectiva económica ni en nivel de deuda.

Y me dirán Uds. lo que probablemente piensan los norteamericanos, que todo eso no les afecta, que es problema del resto. Pero no es cierto. Norteamérica no es una isla económica, aunque así lo crean. Si la economía mundial tiene una pulmonía, Norteamérica se acatarrará. Si los bancos europeos empiezan a tener problemas acabarán contagiando a los bancos norteamericanos. Si Europa se va a por el sumidero afectará a los muchos intereses norteamericanos en el continente. Por no hablar del problema humanitario y político que puede suponer apretar demasiado las tuercas de las economías del tercer mundo y países emergentes, cuando su población ya está teniendo serios problemas de supervivencia como consecuencia del efecto rebote de las sanciones, especialmente en el terreno energético y alimenticio.

Ayer se publicaron los datos del PMI global, uno de los mejores indicadores adelantados de la economía. No solo ha entrado en terreno de contracción y anuncia recesión global, sino que muestra un proceso de destrucción de la demanda cuyo origen está en la inflación, sí, pero que empeorará por unas subidas de tipos que puede que Norteamérica aguante, pero desde luego no el resto del mundo. Y la caída en el componente del comercio internacional en el índice es realmente llamativa y preocupante. Y sí: EEUU vende al resto del mundo, no es todo consumo interno.

A lo mejor es casualidad, pero es que todo lo que está ocurriendo perjudica al mundo y beneficia a EEUU Y esto se lo dice alguien que normalmente es pro americano y que piensa que son los únicos que realmente defienden al mundo libre y democrático. Pero eso no significa que siempre lo hagan bien. De nuevo Europa es el paradigma de esta situación: la agresividad de la Fed se lleva el dinero del mundo hacia Estados Unidos y el dólar, las sanciones hunden a Europa, no a Norteamérica, la guerra se desarrolla en nuestro continente y las empresas que pueden elegir se van a EEUU, que ofrece seguridad energética (y no hay guerra). Además, gran parte del gas, petróleo y materias primas que ya no se le compran a Rusia se compran en EEUU (las ventas de EEUU a Europa se han incrementado en un 25 % mientras Europa ve como decae su economía).

La Reserva Federal de los Estados Unidos tiene no solo el derecho, sino también el deber de subir los tipos de interés para bajar la inflación. Pero eso no es incompatible con hacerlo con cierta mesura. Entre otras cosas porque, igual que a Europa se le han vuelto en contra las sanciones a Rusia, a Norteamérica se le podría volver en contra subidas de tipos tan drásticas.

 

Artículo escrito por Víctor Alvargonzález en El Confidencial.