Una teoría sobre el posible origen de la próxima gran crisis

No me gusta hablar de crisis para que la gente busque tu protección como asesor, pero eso no significa que olvidemos que las crisis son parte de la economía y de los mercados, y es importante vigilar dónde se pueden estar gestando.
 

A tal efecto, hay que fijarse en cómo la emisión de deuda y papel moneda se han convertido en el bálsamo de fierabrás de todos los problemas, algo que se ha confirmado en la última reunión del G7.

Jamás se ha emitido tanta deuda y es lógico pensar que pueda tener consecuencias. La primera, inflación, algo que no tiene porqué ser un problema para el inversor, si sabe qué activos, se benefician de ella. En cuanto al exceso de deuda, la defensa es sencilla: evitar fondos de renta fija de medio y largo plazo.

Lo que produce más respeto es que llegáramos a un momento en el que el mercado pierda la confianza en el papel moneda y en la solvencia de los emisores de deuda. En este último caso, estaría por ver cuáles son las mejores coberturas. En este sentido, además del oro, ahora existe la posibilidad de que alguna criptomoneda acabe siendo una reserva de valor aceptada, supervisada y que cotice en mercados organizados, pero fuera del control de los bancos centrales.
 
Artículo escrito por nuestro Director de Estrategia, Víctor Alvargonzalez, en elEconomista.

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Fuente de la imagen: El Economista