Que los árboles no le impidan ver la rotación
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Resumen artículo
El mercado establece tendencias de medio y largo plazo, que pueden durar entre uno y tres años sin tener demasiados tropiezos. Pero no todas las que se inician en un año continúan al siguiente. Este año hemos tenido algunas que conviene considerar de cara a 2022.
Una de ellas es la que en noviembre de 2020 bautizamos como la “Gran Rotación” y que efectivamente se ha materializado en 2022. La evolución del sector financiero y el de materias primas, batiendo por goleada al tecnológico, son un claro ejemplo de ello. Es la primera vez en décadas que esto ocurre y no es casualidad que ocurra este año, ya que son dos de los sectores que más se benefician de un cambio de ciclo hacia más crecimiento, más inflación, y probablemente, tipos más altos en el futuro.
Otro asunto del que debemos tomar nota es el comportamiento reciente del Nasdaq. Desde la llegada de la pandemia, el índice donde tienen más peso las empresas online había sido siempre el beneficiario de las nuevas olas de contagios, ante la expectativa de nuevos confinamientos. No ha sido así en esta ocasión.
¿A qué obedece el cambio? En primer lugar, que Omicron ha coincidido con el anuncio de la Fed de que planea subir los tipos de interés en los próximos dos años. El ‘tapering’ ya estaba descontado, sí que este ha sido el cambio que ha preocupado a los inversores, que parecen estar descontando la llegada de un ciclo económico diferente en el que puede haber otros ganadores en bolsa además de la tecnología.
El mercado bien parece transmitir que estemos pasando de un problema científico a uno “político”. La ciencia ha encontrado formas de que convivamos con el virus – vacunación, tratamientos… etc. – y que ahora lo que hace falta es que los políticos se enteren de que para convivir con el coronavirus hacen falta más hospitales, UCIS, centros de análisis, y sobre todo, más atención primaria, médicos y enfermeras. Esto es solo cuestión de sentido común y presupuesto.
Conociendo el nivel de nuestros políticos, casi dan más miedo su incompetencia e imprevisión que las nuevas variantes del virus, pero los mercados prefieren que el problema tenga una solución “política” antes que depender de la ciencia.
Artículo escrito por nuestro Director de Estrategia, Víctor Alvargonzález, en El Confidencial.