El Millenialismo va a llegar

La estrategia que adoptamos ante la pandemia se basó en sobreponderar la tecnología y, luego, también China. El confinamiento beneficiaría a las empresas online y China era quien mejor controlaba la expansión del virus.

Con la llegada de la vacuna y los mayores estímulos económicos y monetarios de la historia, en el cuarto trimestre establecimos la estrategia de lo que llamamos “La Gran Rotación”: si la pandemia generó rotación a favor de la tecnología, su fin tendría que impulsar los sectores que más la sufrieron. Con un matiz: cambiar de ciclo no significaba que hubiera acabado la revolución digital.

Una cosa es que la vuelta del crecimiento venga bien a otros sectores, y otra que le vaya mal a las empresas digitales. El crecimiento de la revolución digital sigue siendo exponencial y no es incompatible con la mejora en el comportamiento de los fondos que invierten con estilo “value”. El nuevo ciclo viene bien a estos últimos, pero no tiene porqué perjudicar a todos los fondos de crecimiento.

Otro error de eliminar totalmente la tecnología es no darse cuenta de que puede haber dinero inversor para todo aquello en lo que sea interesante invertir, y en la tecnología todavía hay inversiones interesantes. Hay mucho dinero porque los bancos centrales nunca habían inyectado tanto dinero en los mercados (un buen ejemplo es el que entra en fondos de “private equity”, ilíquidos, muy caros y poco transparentes).

Artículo escrito por nuestro Director de Estrategia, Víctor Alvargonzález en Invertia.

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Fuente de la imagen: Invertia