«Las medidas contra la crisis bancaria serán válidas si los tipos dejan de subir»

La informacion

 Fecha: 17 de abril de 2023

El fundador de Nextep Finance considera que la restricción al crédito que ya se está produciendo en EEUU ayudará a rebajar la inflación y avisa de que pueden darse más quiebras si la Reserva Federal no afloja la política monetaria.

Víctor Alvargonzález comenzó su andadura profesional por el mundo bursátil días antes del Viernes Negro de 1987. Experiencia que recuerda como una de las lecciones que han marcado su trayectoria. Más de tres décadas después y recién pasado un escenario de pánico bancario, el fundador de Nextep Finance, compañía dedicada al asesoramiento financiero independiente, ve acertado el cortafuegos de las autoridades estadounidenses atajar el temporal, pero cuestiona la efectividad de estas decisiones en caso de que no vayan acompañadas de una revisión de la política monetaria restrictiva. «Las medidas serán válidas si no siguen subiendo los tipos, de lo contrario serán insuficientes», argumenta.

En una entrevista con La Información, Alvargonzález admite que ha echado en falta un ‘Whatever it takes’ por parte de la Reserva Federal, aunque considera como una estrategia «inteligente» el haber «restado importancia» a lo sucedido. «Apenas hablan de ello, veremos si al final les funciona». Así, defiende que el banco central estadounidense debería replantearse su calendario y dejar un poco de margen antes de aplicar otro aumento de la tasa de referencia de los intereses. Los episodios vividos en el mercado durante el pasado mes de marzo han dibujado un escenario lleno de incertidumbre y, si bien los ánimos están algo más calmados, la tranquilidad no se ha restaurado por completo.

«Si los bancos centrales han tomado nota y siguen haciendo su trabajo, pero con buen sentido de la medida, la situación se tranquilizará», remarca, para añadir que el mercado ha pasado a una fase de expectación para tantear cómo discurren los acontecimientos. Alvargonzález avisa de que el riesgo no se ha esfumado por completo y que pueden darse más colapsos si la Fed no afloja el gatillo, aunque ahora cuenten con una ventana de liquidez de emergencia. Basta con observar la ralentización en el volumen del crédito, que ya empieza a asomar la cabeza. Durante las dos últimas semanas de marzo, el volumen de préstamos comerciales experimentó la mayor contracción desde 1973, tras reducirse en 105.000 millones de dólares.

«Lo que menos le interesa al banco es que compres una Letra del Tesoro»

De confirmarse esta contracción puede ayudar a aliviar las presiones inflacionistas, que ya da visos de moderación en EEUU, donde su crecimiento se ha ralentizado en un punto durante marzo hasta el 5%. El problema es que el golpe de SVB Financial, que ha afectado al sector tecnológico, también puede salpicar a otras ramas de actividad como el inmobiliario, al que los cierres del grifo bancario le afectan especialmente. «Se ha roto un eslabón de la cadena de poca importancia, pero si se sigue presionando, saltarán otros», advierte.

La compra forzosa de Credit Suisse por parte de UBS en el Viejo Continente y la intervención de la Corporación General de Seguros y Depósitos (FDIC) en el citado SVB y Signature, a la que se añade la quiebra de Silvergate y el rescate privado de First Republic Bank, han expuesto una tendencia que lleva tiempo acelerándose: la fuga de depósitos hacia las Letras del Tesoro y los fondos monetarios. La reticencia de las entidades a remunerar el ahorro en consonancia a la velocidad a la que están subiendo los tipos ha provocado que los clientes se decanten por otras opciones con las que sacar más partido a su dinero como el papel, cuya rentabilidad en el tramo a corto plazo llegó a escalar al 5% en EEUU.

«La subida de tipos ha creado una competencia entre el Estado y la banca que ha vaciado los depósitos», subraya al tiempo que reitera que la política monetaria restrictiva es la que está tensionando la cuerda. Casi un mes después del inicio del seísmo financiero que derivó en la mayor bancarrota desde la crisis financiera de 2008, Alvargonzález prevé que la rentabilidad de los bonos continuará desinflándose y, por tanto, aumentará su precio. Cabe destacar que justo antes de que saltaran las alarmas al otro lado del Atlántico el interés de los bonos a diez años de algunas economías como la estadounidense, la española o la italiana habían tocado máximos inéditos en casi una década.

Los citados fondos monetarios también han alcanzado una gran popularidad en los últimos meses, incluido en España, donde se han colado entre los productos que mayores captaciones netas han registrado en lo que va de año. Sin embargo, a nivel nacional son los fondos de renta fija y gestión pasiva los que acaparan mayor protagonismo, tendencia que, según el experto, ha sido propiciada directamente desde el sector bancario, ya que a diferencia de los monetarios, las comisiones de estos vehículos inversores son más elevadas. «Lo que menos le interesa al banco es que compres una Letra del Tesoro», agrega, comportamiento que ha originado que «la comisión de la gestión pasiva sea muy activa».

Alvargonzález hace énfasis en el poder que ejercen las entidades del Viejo Continente sobre sus usuarios y su capacidad para fidelizar, que es «mucho mayor» que en Estados Unidos, donde la cuota de asesores independientes llega al 50%, mientras que aquí su presencia es casi testimonial. «La banca europea sabe retener mejor a los clientes que sus homólogos estadounidenses», apunta. Precisamente este es uno de los factores que explican por qué las firmas del sector en la zona de la moneda única han salido más airosas del seísmo, pero no así de los mercados bursátiles, donde han acusado batacazos severos.

Acerca de las oportunidades de inversión una vez sorteado el bache, cree que los valores que más sufrieron durante 2022 sólo conseguirán remontar en bolsa si realmente se moderan las tasas de IPC. Con ello alude, entre otros, al sector tecnológico, que ha comenzado a rebotar en la primera parte de este 2023. Tras un año para el olvido, asegura que también ve oportunidades en la renta fija, sobre todo, en la de alta calidad crediticia. «Estamos en un momento interesante para invertir porque van a comenzar a bajar los intereses de los bonos», apostilla. En cambio en la renta variable tiene más dudas. Todo dependerá de la inflación, que es lo que ahora mismo «mueve al mercado», así como de que la tensión entre EEUU y China por Taiwán no escale y de que no se repitan ningún susto con la banca.

Entrevista publicada en La información