El aplanamiento de la curva de tipos

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Artículo publicado en El Economista

 

Resumen artículo

 

El “aplanamiento de la curva” (de tipos) es el nuevo término de moda para meterle miedo a los inversores y llamar su atención, como en su tiempo fue “la burbuja” o el “Lehman chino”. Y sin olvidarnos de “la crisis”, que vale igual para un roto que para un descosido.

Cuando se habla del “aplanamiento de la curva” se hace referencia a que en el mercado de bonos los tipos de interés a corto y medio plazo están al mismo nivel que los de largo plazo. Lo normal es que financiar la deuda a largo plazo sea más rentable porque, a más tiempo se posponga un cobro, más riesgo de no se produzca. Cuando vemos la curva “aplanada” significa que el mercado le tiene miedo al corto plazo porque piensa que aumentan las expectativas de que se aproxime una recesión.

Pero hay que considerar algunos matices importantes. Primero, que estamos hablando de un indicador de expectativas, no de una ley física o una regla matemática. Esto quiere decir que, aunque los operadores del mercado anticipen una mayor probabilidad de recesión, también pueden estar equivocados. De hecho, las estadísticas muestran un grado de cumplimiento bastante desigual en lo que a la fiabilidad de este indicador se refiere.

Lo vemos en un caso incluso más extremo: la inversión de la curva, que es cuando la rentabilidad a corto supera a la de largo plazo. Incluso en este movimiento, que suele funcionar mejor a la hora de predecir caídas bursátiles, es muy difícil establecer una relación causal sistemática. En todas las ocasiones en que se ha invertido la curva de tipos en EE.UU., la caída de los mercados se ha producido entre uno y tres años después, por lo que el patrón es muy irregular. En algunos casos, además, el desplome ha sido consecuencia de distorsiones concretas con poca relación con el aplanamiento de la curva, como el estallido de la burbuja.com en el 2000, o la burbuja de deuda que llevó a la crisis del 2008. En ambos casos, la curva se había “invertido” tres años antes.

Otro matiz importante lo vemos en Europa, que a día de hoy es la que más probabilidad tiene de entrar en recesión. Podría llegar a perder hasta dos puntos de crecimiento del PIB a raíz de las sanciones contra Rusia, y otros dos si Putin llegara a cortar el flujo de gas o la UE lo decidiera unilateralmente. En EE.UU., en cambio, el Conference Board sostiene que el país podrá crecer hasta un 3% independientemente de las sanciones. Y añadimos que hasta un 2,5% si la Fed pisa el freno con demasiada fuerza. El caso es que en Europa la curva no está aplanada y muchos menos invertida, pese a que su riesgo de recesión es mayor que en EE.UU.

Por último, no hay que olvidar que la curva pierde el aplanamiento tan rápido como suban los tipos a largo plazo. Hace solo unos días, una declaración de un miembro de la Fed disparó la rentabilidad a 10 años y desapareció el aplanamiento de la curva. Para ser un instrumento fiable, el aplanamiento debe ser persistente en el tiempo.

 

Artículo escrito por Víctor Alvargonzález en El Economista.