Como quedan los mercados después de que una crisis bancaria les pase rozando

La reciente crisis bancaria recuerda a esas escenas de las películas de acción en las que suena un disparo y el protagonista se mueve un centímetro y evita que le dé la bala en la cabeza. La sangre no ha llegado al río, pero ha estado muy cerca.

Al final la estrategia de las autoridades monetarias ha funcionado. Hubiéramos preferido más contundencia en los mensajes, al estilo Mario Draghi, pero hemos de reconocer que las medidas adoptadas parecen haber tenido el efecto deseado.

La primera era evidente: abrir una ventanilla para que cualquier banco que tuviera problemas para afrontar la salida de dinero de sus clientes tuviera acceso casi ilimitado a las arcas de la Reserva Federal.

La medida es tremendamente efectiva, porque otro problema que tenían los bancos es que si los clientes reclamaban el dinero y al banco le faltaba liquidez para hacer frente a esa demanda, tenía que vender su cartera de bonos, que se encontraba en pérdidas como consecuencia de la subida de los tipos de interés (1). En la “ventanilla de la esperanza” basta presentar esa cartera de renta fija como colateral para que la Reserva Federal otorgue el crédito correspondiente.

El BCE hizo algo parecido, aunque de forma más disimulada, como de tapadillo, más en su estilo. Afortunadamente la salida de depósitos en Europa fue mucho menor y no fue necesario darle publicidad a que el BCE estaría ahí si los bancos necesitasen dinero.

Si la medida principal ha sido la de abrir la ventana de la liquidez sin límite, la otra ha sido la de hacer como que no pasaba nada. A nosotros nos parecía peligroso, puesto que los mercados pueden pensar que los bancos centrales no se lo están tomando en serio, pero afortunadamente transmitir indolencia y seguridad ha funcionado entre los depositantes (no tanto entre las cotizaciones de las acciones bancarias, que han perdido mucho valor).

Esperemos también que los bancos centrales hayan tomado nota y empiecen a reducir la presión que suponen estas subidas de tipos de interés tan fuertes y en tan poco tiempo. Porque lo siguiente que caería no serían pequeñas y medianas empresas tecnológicas o bancos con problemas como el Credit Suisse. En Europa no tenemos claro cuál sería el siguiente eslabón que se rompería, pero en el caso de EE. UU. serían casi seguro empresas y fondos inmobiliarios. Y eso son palabras mayores.

Pero vamos a asumir que la Reserva Federal ha tomado nota y que, aunque obviamente habrá otras, esta crisis haya sido superada: ¿cómo queda la situación económica, sobre todo, en lo que afecta a los mercados financieros?

Inflación, tipos de interés y política monetaria

Lo que más afecta a los mercados son los tipos de interés. La subida de tipos es lo que ha hecho bajar las bolsas y el precio de los bonos (1) en 2022, consecuencia, a su vez, de la inflación. En este sentido “pinta” bien. En primer lugar porque, como vemos en el gráfico n.º 1, la inflación sigue bajando. Es un gráfico de la inflación intermensual, es decir, de la evolución mes a mes. Y como podemos observar —barra roja—, las subidas ya son mucho más parecidas a las que había en los años de baja inflación. Como un avión que alcanza su altura de crucero y a partir de ahí deja de subir.

Por supuesto que esto no significa que los precios estén bajando, significa que el proceso inflacionista se va desinflando, y que si sigue esta tendencia (línea verde), cuando pasen unos meses más, la inflación anual será ya mucho más baja que ahora y la Reserva Federal podrá aflojar la presión, lo que equivale a quitarle un gran peso de encima a las bolsas y a los bonos.

Gráfico n.º 1: Inflación intermensual desde el año 2016

 

Grafico 1

Fuente: The Daily Shot

También vemos que a la inflación subyacente le cuesta más moderar su evolución alcista, pero, aunque muchos economistas parecen ignorarlo, es normal que la inflación subyacente se mueva siempre con un retraso respecto al índice general. Sube más despacio cuando sube el IPC y también baja más despacio cuando este cae. Y la tendencia (línea verde) también es bajista.

Gráfico n.º 2: Inflación subyacente intermensual desde el año 2016

 

Grafico 2

Fuente: The daily Shot

En este sentido, la Fed ahora cuenta con una ayuda importante por parte de la crisis bancaria. Ha salido un billón de dólares de los bancos pequeños y medianos. También ha salido de los bancos grandes aunque en este caso más hacia fondos monetarios (ver gráficos números 4 y 5 de este “Cuaderno”).

Como bien dijo Jerome Powell, presidente de la Fed, el endurecimiento de las condiciones financieras equivale a una subida de los tipos de interés, que se une al 5 % que ya ha subido la Reserva Federal desde que empezó la restricción monetaria. Todo eso debería presionar la inflación a la baja.

Además, como explicamos en otro capítulo de este informe, también ayudará a que aumente el paro, que es la idea obsesiva que marca gran parte de las decisiones de la Fed. En su opinión, para que baje la inflación tiene que aumentar el paro, porque si no, los norteamericanos consumen sin control y no preguntan el precio de las cosas. Pues paro va a tener.

Resultados empresariales

Lo siguiente que afecta a los mercados, y más concretamente a los de renta variable, son los resultados empresariales. En ese sentido la crisis bancaria no es positiva. A Powell le gustará que aumente el paro, pero eso no es bueno para la economía real. Y que además de enfriarse la economía se reduzca el crédito disponible tampoco es positivo para los resultados empresariales.

Por otra parte, también veremos recortes de gastos por la vía del empleo, lo cual podría compensar dicho efecto sobre la cuenta de resultados. Lo estamos viendo en las empresas tecnológicas y en la banca. Y a los mercados les gustan mucho las medidas de control de gasto en las empresas.

En general, en lo que al análisis fundamental se refiere, somos de la opinión de que lo que más pesa ahora mismo en las bolsas son los altos tipos de interés. Y todo lo que signifique que dejen de subir y, sobre todo, que empiece a vislumbrarse la posibilidad de que bajen, es una buena noticia para los mercados.

Finalmente, conviene echar un vistazo al aspecto técnico. Ya conocen nuestro “mantra”: “el análisis fundamental dice que hay que comprar o vender, el análisis técnico, cuándo”. Y de nuevo nos vamos a centrar en los EE. UU., puesto que, aunque luego el resto de mercados tienen vida propia, es casi imposible que haya una clara tendencia alcista o bajista sin que esta se produzca también en la bolsa norteamericana. Y muy concretamente en el S&P 500, el índice más importante del mundo.

Gráfico n.º 3: tendencia bajista del S&P 500, ruptura y entrada en movimiento lateral

 

Grafico 3

Fuente: Barchart

Las conclusiones técnicas del gráfico n.º 3 son evidentes:

a) La tendencia bajista iniciada en enero de 2022 (línea roja) finalizó en febrero del año actual, cuando se rompió dicha línea de tendencia bajista de medio y largo plazo.

b) A partir de ese momento, el índice ha entrado en un movimiento lateral entre aproximadamente 3800 y 4150 puntos (líneas color azul).

c) No se puede hablar todavía de que hayamos entrado en una tendencia alcista clara puesto que la que se había dibujado —línea verde— se rompió como consecuencia de la crisis bancaria.

d) En nuestra opinión, lo que más probabilidades tiene de ocurrir ahora es que o bien se rompa esa banda de fluctuación —en cuyo caso se habría iniciado una nueva tendencia alcista— o que el índice siguiera moviéndose dentro de la banda de fluctuación.

Si entráramos en un movimiento lateral, se le podría sacar mucho partido utilizando fondos cotizados (ETF), que tanto recomendamos tener junto a la cartera de fondos tradicionales.
Si entráramos en un movimiento lateral, se le podría sacar mucho partido utilizando fondos cotizados (ETF), que tanto recomendamos tener junto a la cartera de fondos tradicionales.
Los fondos cotizados (ETF) son como los fondos tradicionales, pero tienen la enorme ventaja de que en lugar de emplear varios días en venderse o traspasarse, el cambio se hace en minutos, lo que nos permite comprar en la parte baja del canal y vender en la parte alta. Y podemos ir intercambiando distintos tipos de fondos.

En otras palabras, la cartera formada por ETF tiene la flexibilidad suficiente para que desde Nextep podamos ir recomendando cambios que nos permitan ganar dinero en movimientos laterales, cosa que es muy difícil en el caso de los fondos tradicionales, cuya operativa es mucho más lenta y por eso son mucho más adecuados para inversiones a medio y largo plazo.

Asimismo nuestro servicio de notificaciones informará a los clientes sobre la consolidación o no de un cambio de tendencia de medio largo plazo y los fondos adecuados para obtener la mayor rentabilidad en caso de que se consolide dicho movimiento al alza.