El extraño caso de Tom Lee, el estratega que no coincide con el consenso

Como hemos comentado en muchas ocasiones, en estos “Cuadernos” ocasionalmente nos hacemos eco de lo que dicen otros estrategas. Entendemos que aporta un valor añadido adicional, sobre todo porque desde nuestra posición conocemos muchos, así como su historial, resultados y especialidad. Es más: si sus opiniones nos parecen bien fundadas, las damos visibilidad aunque no coincidan con las nuestras, para que ustedes puedan comparar y conocer otros puntos de vista. Y cuando no estamos de acuerdo explicamos el motivo.

Entre los estrategas más conocidos en Norteamérica está Tom Lee, que tiene la particularidad de que no suele preocuparle coincidir con el consenso. Evidentemente no siempre acierta y tiene cierta tendencia al sesgo alcista, pero aporta ideas propias, lo cual en este sector siempre es bienvenido.

Tom Lee es el jefe de estrategia de la firma Fundstrat y, en su opinión, en 2023 la Fed no subirá los tipos de interés y por lo tanto el proceso de subida de tipos está definitivamente acabado.

Pero además Lee considera que si la Fed efectivamente deja de subir los tipos de interés, el mercado tendrá una fuerte reacción alcista, que cifra en el 20 %. Y de las predicciones de los analistas y estrategas (que incluimos en el número anterior de estos Cuadernos), solo uno predice una subida del 17 %. La de Lee es la más alta de todas las predicciones de los estrategas de las casas más importantes de Wall Street. Y aclaro que no necesariamente son las mejores, porque en este negocio no existe una relación entre el tamaño de la empresa y los resultados de las recomendaciones. Muchas veces la relación es inversamente proporcional y las mejores son “boutiques”.

De hecho, la mitad de las grandes casas de inversión han hecho una predicción tan conservadora que, según van este Cuaderno a edición, ya ha sido superada. La de todo el año.

Cuando le dicen a Lee que eso significaría que la economía norteamericana tiene que entrar en recesión (para que la Fed detenga inmediatamente la subida de tipos), su respuesta está llena de sentido común: la Fed puede parar porque vea que se produce una recesión, pero también puede parar simple y llanamente porque la inflación esté controlada y a la baja.

A tal efecto señala que, si nos fijamos en la inflación de los últimos tres meses y anualizamos el dato, es decir, si hacemos la predicción de que los próximos nueve meses sea la misma que en los tres más recientes, la inflación de los próximos 12 meses estaría en el entorno del 2 % que espera la Fed. Incluso por debajo si las próximas cifras siguieran a la baja.

En otras palabras, una vez estabilizada la subida anterior, la nueva velocidad de crucero de la inflación sería ya del 2 % o incluso menos.

Si además se confirma el mismo proceso en la inflación subyacente, la Fed tendría pocos argumentos para seguir subiendo tipos.

Esto no significa que los baje, el sentido es literal, es decir, que deje de subirlos, lo cual le sentaría evidentemente muy bien a la bolsa norteamericana. Y —añadimos nosotros— a las del resto del mundo.

Somos algo menos optimistas que Lee respecto a que no vaya a haber ninguna subida de tipos adicional en 2023, puesto que esperamos una última subida del 0,25 % antes de la pausa. Y también somos algo menos optimistas en la evolución de la inflación subyacente. Es muy “pegajosa” y, considerando que de haber una recesión será leve o no la habrá, va a ser difícil que baje dicha inflación en el sector servicios.