El plan de Musk para Twitter: ir contra el movimiento woke

invertia 13 12 22

Fuente de la Imagen: Invertia

 

El consenso de analistas piensa que Elon Musk se equivoca en su adquisición de Twitter. Pero la experiencia nos muestra que el consenso suele equivocarse más en sus predicciones que Musk en sus aventuras empresariales. Las cuales, por cierto, siempre parecen una locura al principio (y esta no es una excepción).

Por otra parte, resulta fascinante la aparición de un verso suelto dispuesto a enfrentarse al Poder con mayúsculas. En este caso serían la propia presidencia de los Estados Unidos, el Partido Demócrata, la Unión Europea, el ala woke de la izquierda global y, finalmente, pero no menos importante, el mainstream media, es decir, los más importantes medios de comunicación del mundo.

Así que, aunque lo mío es la estrategia de inversión a través de fondos y ETF, sigo desde hace tiempo con interés esta historia, tanto desde el punto de vista empresarial y político como desde el de la inversión.

El caso es que el consenso no entiende el porqué de esta operación. La mayoría de los analistas mira el precio pagado y, lógicamente, llega a la conclusión de que la operación tiene poco sentido.

Pero, tal vez, para entender la compa hay que mirar lo que puede haber visto Musk, cuya visión ha sido acertada en muchas otras ocasiones. Y para ello nada como escuchar o leer al propio Musk.

Desde un punto de vista empresarial, creo que nuestro verso suelto pretende convertir Twitter en una plataforma desde la que se hagan muchas más cosas que las que se hacen ahora. Añadir usos, como por ejemplo el financiero, los videos, o los contenidos en general, lo que supondría implica añadir valor a la plataforma.

De hecho, hay un momento en el que en una reunión con su equipo pone como ejemplo WeChat, la plataforma china en la que, como él mismo dice, la gente «vive».

También conviene recordar el origen de la fortuna del señor Musk. No son ni los coches eléctricos ni los cohetes espaciales ni los satélites: son los sistemas de pago. Y tanto él como su socio Peter Thiel pretendían hacer de PayPal algo más que una plataforma de pagos eficiente y barata.

Y hay algo que tampoco sabíamos y vemos ahora, que es hasta qué punto el tipo está interesado en las redes sociales. Probablemente tanto como lo ha estado en sus otras aventuras. Esto no diría que sea una garantía, porque nadie es infalible, pero hay que tenerla en cuenta.

El otro objetivo que creo que busca Musk es el mismo que todos los grandes magnates que se hicieron con medios de comunicación: influir.

Así, de entrada, lo que está haciendo perjudica a sus negocios, ya que dependen enormemente del Poder. Empezando por el de la administración estadounidense, que maneja la legislación que afecta a los vehículos eléctricos, la industria aeroespacial o el de las redes sociales. Unos cuantos disparos por la vía legislativa y los negocios de Elon Musk se podrían ir al garete. Porque así es como ejercen el Poder los políticos.

Pero esto es suponiendo que el Partido Demócrata va a ganar siempre, lo cual no es lo que nos muestra la historia. Por el contrario, quien tiene un medio influyente lo tiene en cualquier periodo político. Y como bien sabe Rupert Murdoch, un medio de comunicación potente es una gran palanca para «orientar» a los políticos hacia tus intereses.

Lo único que ha hecho Musk es que, en lugar de comprar un periódico, ha comprado comprar una red social, que hoy en día tiene mucha más influencia que cualquier periódico.

Finalmente, pero no menos importante, creo qué Musk es capaz de hacer tantas cosas porque las cosas que hace le apasionan. De hecho, la gente que ha demostrado una enorme capacidad de trabajo es porque para ellos su trabajo es una forma de vida. Hacen lo que les gusta y por lo tanto pueden emplear todas las horas que sean necesarias en ello.

Y yo creo que Musk ha encontrado una nueva pasión: hacer frente al movimiento woke. Pero esto, en mi opinión, representa la parte negativa de mi análisis. Cuando un negocio se convierte en algo ideológico no suele acabar bien. Y no sabemos cuánto de negocio y cuanto de ideológico hay detrás de la motivación de Musk para hacerse con Twitter.

En el lado de los riesgos de esta inversión añadiría el propio enfrentamiento con el Poder. Como bien le dijo un antiguo jefe que tuve a un analista «no entendéis el poder, el poder siempre consigue lo que quiere». Y el Poder al que ha decidido enfrentarse Elon Musk es una alianza de poderes e intereses que yo creo que no se ha producido nunca, mientras que el multimillonario cabalga prácticamente sólo.

 

Si desea leer el artículo escrito por Víctor Alvargonzález en Invertia puede hacerlo a través del siguiente enlace: Artículo