Enseñanzas de la selección española para los inversores

El Economista

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Hace poco escuché a alguien decir que siempre ganaba. Ganaba cuando acertaba, porque acertaba, y ganaba cuando se equivocaba, porque aprendía. No puedo estar más de acuerdo.

 

Creo que algo parecido se puede decir del desempeño de la selección española en el último mundial de fútbol. Pero no creo que hayan aprendido solo los jugadores y el entrenador. Creo que su actuación aporta una valiosa enseñanza para los inversores, aunque desgraciadamente sea sobre lo que no se debe hacer.

 

Personalmente no creo que el erro haya estado en la forma de iniciar los partidos y en concreto el último. Está bien empezar controlando la situación, dominando el balón y evitando cometer errores. Para mí el error ha estado en seguir jugando así todo el partido, es decir, en no arriesgar en ningún momento. Solo al final se notó cierta agresividad y disposición al riesgo, tiempo que evidentemente resultó insuficiente ante una defensa férrea y muy efectiva por parte de Marruecos.

 

Si trasladamos esto al mundo de la inversión, el equivalente sería ese inversor o asesor incapaces de salir del centro del campo cuando aparecen las oportunidades. Incluso cuando el mercado se orienta claramente al alza. Está muy bien esperar al momento adecuado para incrementar posiciones en activos de riesgo, pero cuando hay una oportunidad hay que apretar el acelerador.

¿Cuántos inversores se han perdido el mercado alcista de los últimos 10 años por escuchar a quienes les metían miedo para venderles su libro o que buscaran su protección? (haciéndose clientes) Si, este año el MSCI World corrige y lleva una pérdida del 17 %, pero gana un 103 % en los últimos 10 (pérdida de 2022 incluida). Y el SP 500 un 170 %. Quedarse en el medio del campo sin lanzar un solo pase al área ha sido el error.

En estos 10 años ha habido al menos tres oportunidades claras de jugar el balón en el área contraria. Quien estando bien asesorado las ha aprovechado habrá ganado incluso más de lo que mostramos en el párrafo anterior, ya que habrá entrado aprovechando rebajas en el entorno del 15 %-20 %. Como las que ofrece ahora el mercado.

No se trata de perder el control del balón. En todos los casos fue bueno esperar las señales que mostraban una incremento de las probabilidades de que finalizaba la tendencia bajista, tanto técnicas como fundamentales.

Ahora mismo estamos en una situación parecida. Hay que ir avanzando sin perder el control del balón, pero si se confirma el descenso de la inflación en EE.UU., que es la causa de la actual tendencia bajista en las bolsas, y, en paralelo, se rompiera al alza la tendencia bajista del SP 500 – cosa que todavía no ha ocurrido pero que podría ocurrir si sigue bajando la inflación, habrá que empezar a lanzar balones a los delanteros, es decir, incrementar el peso de la renta variable en cartera.

En bolsa jugar desde el medio del campo con el balón controlado no significa estar totalmente fuera. Eso sería como no avanzar ni tener delanteros colocados en el área contraria. Significa tener ya algunas posiciones en renta variable de tipo defensivo – para no perderse el primer impacto de una recuperación bursátil – y estar preparado para incrementarlas en sectores de más riesgo si se confirma la oportunidad.

Un ejemplo de lo anterior lo hemos tenido en determinados activos de renta fija. Señal 1: la combinación del efecto rebote de las sanciones a Rusia y las subidas de tipos provocarán una recesión en Europa y probablemente también en Estados Unidos. Cualquier desaceleración económica crea la base para que dejen de subir los tipos de interés de los bonos a medio largo plazo, es decir, a recuperarse los precios (existe una relación inversamente proporcional entre los tipos de interés de los bonos y el precio de los mismos). Señal 2: se ha ido dibujando gráficamente un techo muy claro a dicha subida de tipos de los bonos. Dos señales, una señal técnica y otra fundamental, para empezar a pasar el balón a los delanteros. Pronto podríamos verlas también en la renta variable.

Realizar pases a los delanteros implica riesgos: te pueden quitar el balón y hacerte un roto. Pero si no atacas, las probabilidades de meter gol son del 0 %. El ataque controlado tiene riesgos, pero al menos hay probabilidades de marcar.

Mucha suerte a la selección en sus próximos retos. De momento ya han ganado con la enseñanza. La próxima vez ganarán el partido.

 

 

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