Esperanza en los mercados financieros de Estados Unidos

Después de un “subidón” como el que han tenido los mercados desde el mes de noviembre pasado, una corrección es como una ducha de agua fría. Y en el mundo actual, donde lo que vende en las redes son los comentarios negativos, es agua helada.

Se ha pasado de que en EE. UU. iban a producirse hasta seis bajadas de los tipos de interés a que no se va a producir ninguna. Y la inflación, que iba a llegar rápidamente al 2 %, se ha quedado atascada en el 3 % y ya nadie piensa que pueda bajar.

En situaciones como esta conviene recordar que el mercado es maníaco depresivo —o bipolar, como se dice ahora—, es decir, que pasa rápidamente de la euforia a la depresión y viceversa. La realidad suele estar en un punto intermedio entre ambos relatos.

Lo que hay que hacer en estos casos es analizar los datos. Especialmente los de EE. UU., que es desde donde se maneja la batuta de la tendencia bursátil a nivel mundial. Y como en las redes y los medios siempre se publican más datos negativos que positivos —y por lo tanto los negativos suponemos que ya los conocen—, vamos a ver si hay alguno positivo, para así tener una visión lo más objetiva posible.

 

¿Qué va a pasar con los alquileres en Estados Unidos en los próximos meses?

Como hemos comentado en varias ocasiones, el problema inflacionista en EE. UU. es sobre todo un problema de inflación en los alquileres, que representan ya un tercio de todo el IPC. 

El caso es que de acuerdo con lo que están pagando los contratos más recientes contabilizados oficialmente (último trimestre de 2023, línea naranja del gráfico n.º 1), los alquileres tendrían que bajar significativamente en los próximos meses (dada la correlación de estos con el dato anual de lo que se conoce como “owners equivalent rent”, es decir, el precio al que los propietarios de viviendas estarían dispuestos a alquilar la suya, línea azul).

Gráfico n.º 1: Alquileres reales y alquileres equivalentes en EE. UU.

Alquileres reales y alquileres equivalentes en EE. UU.

Los inversores suelen ir con el pie cambiado

Siempre decimos que una de las cosas más importantes que tiene que interiorizar un inversor es que no es malo ir a contracorriente respecto al resto de inversores. Es algo sobradamente demostrado, que podemos observar en el gráfico n.º 2.

Gráfico n.º 2: S&P 500 vs. compras netas de los inversores minoristas

S&P 500 vs. compras netas de los inversores minoristas

Por ejemplo, justo antes de la gran subida de los precios (línea negra) que se produjo al final de 2023, las compras netas de los inversores finales (línea morada) estaban en mínimos. Y también de cara al inicio de este año, que ha sido espectacular. Y, si ampliáramos el gráfico en el tiempo, nos encontraríamos exactamente con la misma conclusión: cuando los inversores finales están más apartados del mercado es cuando se pueden producir las grandes subidas.

Y ahora estamos en niveles de —poca—presencia del inversor final similares a las dos ocasiones mencionadas. No es una mala señal.

¿Qué es el CAPEX?

Se trata de un acrónimo del inglés “Capital Expenditures” o fondos que utiliza una compañía para adquirir, mejorar o mantener sus activos, como pueden ser inmuebles, tecnología o equipos. Nos muestra cuál es la tendencia de las compañías a invertir. Es, por lo tanto, un buen indicador de la actividad económica futura. Y el crecimiento del CAPEX se mantiene robusto, creciendo al 10 % respecto al mismo trimestre del año anterior (empresas del S&P 500), como puede verse en el cuadro n.º 1.

Cuadro n.º 1: Inversiones de las empresas del S&P 500, total y por sectores.

Inversiones de las empresas del S&P 500, total y por sectores.

Baja el exceso de consumo, disminuyen los ahorros: mejor escenario para la inflación.

El mejor método de análisis es el sentido común: para que aumente la inflación es necesario que la gente tenga dinero para consumir. 

Uno de los motivos por los que se disparó la inflación y se ha mantenido alta ha sido todo el dinero con el que se regó a los ciudadanos para hacer frente a la pandemia. El Estado —la Fed— “fabricaba” dinero —algo muy inflacionista—, la gente no podía salir a gastarlo porque estaba confinada y lo ahorraba. Los precios se dispararon cuando pudieron salir a gastar esos ahorros. Ese exceso de ahorro sobre la media (gráfico n.º 3, abajo) está desapareciendo.

De hecho, ahora el crecimiento del ahorro está por debajo de la media de los años anteriores (línea roja discontinua), que no eran precisamente muy inflacionistas. Ergo menos presión inflacionista

Gráfico n.º 3: El exceso de ahorro casi ha desaparecido en EE. UU.

El exceso de ahorro casi ha desaparecido en EE. UU.