¿Fondos de inversión o ETF?

¿Qué son los ETF?

Los ETF son otro tipo de institución de inversión colectiva que tiene determinadas ventajas e inconvenientes respecto a los fondos de inversión que llamaremos “tradicionales” para diferenciarlos de los fondos “cotizados” o ETF (“Exchange Traded Fund”).

La realidad es que se trata de productos COMPLEMENTARIOS y no excluyentes. Como veremos a continuación lo ideal es tener una cartera de fondos y otra de ETFs.

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Ventajas de los ETF

Las ventajas del ETF respecto al fondo de inversión tradicional se resumen en:

  • Coste de gestión: las comisiones de gestión de los ETF son mucho más bajas que las de los fondos tradicionales (salvo si las comparamos con fondos indexados o “clases limpias” de fondos tradicionales). Pero hay que tener cuidado e informarse bien del resto de comisiones que aplican los intermediarios financieros (normalmente corretajes parecidos a los de las operaciones con valores cotizados).
  • Operativa: cotizan en bolsa y, por lo tanto, se pueden comprar y vender rápidamente, como si fueran acciones. No hay que esperar a un determinado día ni adaptarse una determinada hora de corte.
  • Diversificación: pueden llegar a suponer posibilidades de inversión más amplias que los fondos tradicionales, si bien en el caso español esta afirmación es todavía relativa, ya que no tenemos acceso a la misma oferta de ETF que tienen los inversores de otros países. Una buena forma de definir esta ventaja sería decir que permiten “centrar el tiro” y acceder a inversiones sectoriales, temáticas o subsectoriales que muchas veces no son accesibles a través de fondos. 

Desventajas de los ETF

En cuanto a las desventajas, se resumen en:

  • Fiscalidad: en España el ETF no goza de la opción de transmisión con diferimiento de pago de impuestos, más conocida como “traspaso”, que en cambio si tienen los fondos de inversión tradicionales (cuando pertenecen a personas físicas).
  • Gestión pasiva: son casi por definición productos indexados. No realizan gestión alguna, se limitan a seguir la evolución de un determinado índice de referencia.
  • Comisiones de los distribuidores: dado que los ETF funcionan como acciones, los intermediarios financieros aplican corretajes en la compra y en la venta.

Y también comisiones de custodia. Es muy importante informarse al respecto. En algunos casos pueden hacer que el coste total de la operación sea igual o incluso superior a los fondos tradicionales, especialmente si el importe a invertir es reducido.

¿Qué es mejor: una cartera de ETF o una cartera de fondos?

En términos generales, nuestra opinión es que la cartera de ETF y la cartera de fondos de inversión son carteras complementarias. Se puede tener ambas, aprovechando así las ventajas de cada uno de estos productos financieros.

Ahora bien, puede resultar mejor tener una cartera de ETF que una cartera de fondos de inversión tradicionales cuando:

Se valore especialmente la liquidez y la rapidez en la operativa

Vender o traspasar un fondo puede ser cuestión de días. Incluso aunque la fecha valor se establezca en un día concreto, no tiene comparación con la rapidez operativa de los ETF, que se compran y venden como valores cotizados en bolsa – de ahí el nombre de fondo “cotizado” -, es decir, en minutos y no en días. Cuando hay que aprovechar oportunidades, cubrirse o retirarse rápidamente del mercado, esta ventaja puede ser muy importante.

Pueden ser muy interesantes en términos de coste si la estrategia de inversión es “comprar y mantener” a largo plazo.

En este caso, en el que los cambios van a ser mínimos, no sirve de mucho contar con la ventaja de la transmisibilidad libre de impuestos entre fondos y, por el contrario, sí lo pueden ser los menores costes de los ETF, aclarando, de nuevo, que nos referimos a la comisión de gestión. Hay que informarse muy bien de que otras comisiones aplican los intermediarios financieros y compararlas con las de una cartera de fondos.

Pero si estamos hablando de mantener una inversión estable durante más de, por ejemplo, diez años, ahorrarnos más del 1 % en comisiones de gestión cada año supone una cifra importante. Vamos a tener todas las ventajas de los ETF y ninguno de los inconvenientes, puesto que, en el caso de los fondos tradicionales, cuando al final se deshace la inversión también se pagan impuestos (los mismos que con un ETF).

De hecho los ETF más conservadores – con renta fija corporativa de corto plazo en cartera – pueden ser una buena alternativa a los depósitos y a los fondos de renta fija de medio y largo plazo. Con tipos de interés tan bajos como los actuales, una baja comisión de gestión se convierte en un elemento fundamental para poder obtener rentabilidad positiva.

Personas jurídicas (sociedades)

Las personas jurídicas no tienen derecho a traspasar dinero de un fondo a otro sin aflorar plusvalías, como ocurre con las personas físicas. Si no se va a tener la gran ventaja de los fondos tradicionales frente a los ETF – el traspaso libre de impuestos -, puede ser mejor trabajar con ETF y sus ventajas en términos de liquidez, comisiones y rapidez operativa.

En el resto de los casos, considerando la amplia oferta de fondos tradicionales que hay en España, que juegan con ventaja (fiscal) y que se puede invertir utilizando fondos indexados o clases limpias – no mucho más caras que un ETF -, si un particular persona física tiene que elegir entre cartera de fondos tradicionales o de ETF, debería elegir en principio la primera. 

Además de todo lo anterior, es importante valorar:

  • El tema de las comisiones de compraventa de los ETF en carteras de pequeño tamaño. Al ser cifras concretas en euros, resultan más competitivas operaciones grandes que en operaciones pequeñas.
  • En la cartera de ETF también se pueden tener determinados activos que no estén disponibles en fondos tradicionales, o cuya oferta en fondos tradicionales sea escasa o de difícil acceso. Y podría ocurrir que en el futuro hubiera sectores o micro sectores interesantes que sean más fáciles de acceso vía ETF que vía fondos tradicionales.
  • Por el contrario, los fondos tradicionales tienen la ventaja del acceso a la gestión activa que hemos mencionado anteriormente, que, aunque ahora esté de capa caída, llegará un momento en que resurja y resulte interesante invertir en gestores que hagan su trabajo y se ganen su comisión de gestión batiendo al mercado.

 

PREGUNTAS Y RESPUESTAS

De tener dos carteras ¿en cuál debo tener más dinero invertido? ¿En la de fondos tradicionales o en la de ETF?

Para responder a esta pregunta, es necesario aclarar que la forma de utilizar ETFs o fondos tradicionales depende mucho de cuáles sean las prioridades del inversor.

Quien valora ante todo la fiscalidad debe tener el grueso de su patrimonio en fondos tradicionales. La cartera de ETF debe en ese caso estar dirigida exclusivamente al establecimiento de coberturas rápidas frente a caídas en los mercados y como vehículo de entrada rápida para aprovechar las recuperaciones.

Es importante recordar que en los mercados las caídas se producen muy rápido y que el grueso de las subidas se produce en las primeras semanas de una vuelta a la tendencia alcista. Lo acabamos de ver en el rebote que han tenido los mercados tras tocar fondo en la crisis del coronavirus. Contar con un producto que se vende o se compra en minutos permite una cintura que no tiene una cartera compuesta sólo por fondos tradicionales.

En cualquier caso Nextep organizará seminarios por internet (Webinars) dirigidos a facilitar a nuestros clientes la comprensión de estos productos y que puedan sacarles el mejor partido posible, de acuerdo con su perfil de inversión.

Quien lo que más valore sea la rentabilidad y la agilidad operativa deberá destinar una parte mayor de su patrimonio a los ETF. La rentabilidad, porque permiten llegar a nivel sectorial y sub sectorial allá donde no llegan los fondos de inversión tradicionales.

Pero también por las comisiones, porque a partir de inversiones superiores a los 10.000 euros por operación, suele salir mejor la inversión en ETF. Tengamos en cuenta que hay plataformas que aplican “tarifas planas” en el entorno de los 15 a 20 euros por operación. Y las comisiones de gestión de los ETF son un 80% o 90% menores que las de los fondos tradicionales.

En términos generales, en cualquier cartera que sume en su conjunto más de 40.000 € de inversión se nota de forma significativa la reducción de comisiones, especialmente si lo comparamos con las que paga un inversor minorista en un banco comercial. Esta afirmación debe comprobarse comparando las condiciones, corretajes y comisiones que puede aplicar el distribuidor con el que esté usted trabajando.

En el caso de las carteras Nextep, teniendo en cuenta el perfil e importe de asesoramiento, esta cantidad sería como mínimo de 60.000 euros.

¿No es mejor trabajar con fondos indexados?

Los fondos indexados tienen la ventaja de las bajas comisiones, pero sin perder las ventajas fiscales de los fondos tradicionales. El problema es que la diversidad de opciones de inversión que ofrecen los ETF es mucho mayor que la de los fondos indexados. Si se trata de invertir en grandes índices, en España se puede hacer con fondos índice. Pero si se trata de invertir en determinados sectores o subsectores y determinados países, ahí la oferta de fondos indexados disponible en nuestro país se queda corta frente a los ETF. Pese a las limitaciones que se les han puesto a los ETF norteamericanos en la UE.

Asistimos, en resumen, a un nuevo ejemplo de la complementariedad de la cartera de fondos tradicionales con la cartera de ETF: donde no llegan los fondos tradicionales o los indexados llegan los ETF.

Pero si vendo parte de mi cartera de fondos para crear una de ETF afloro plusvalías y supone un coste fiscal…

Efectivamente. Pero en las carteras suele haber fondos conservadores que no acumulan tantas plusvalías. Además, desgraciadamente tras la caída de las bolsas por el brote de coronavirus es normal que haya fondos con minusvalías. Puede ser un buen momento para reorganizar la cartera y dividirla en dos partes que permitan incrementar exponencialmente las opciones de inversión y reducir las comisiones de gestión.

Obviamente cuando no se de una de estas circunstancias, no es recomendable realizar esta división y en cualquier caso siempre debe consultar antes con su asesor fiscal.

¿Pero a partir de qué importe puede interesar esta doble cartera?

Evidentemente de todas las respuestas anteriores se deduce que esta dualidad que consideramos interesante tanto a nivel financiero como operativo tiene que ser para un patrimonio de cierto tamaño, pues en caso contrario no se obtienen los resultados esperados a nivel de operativa y comisiones.

Obviamente es un tema subjetivo, pero nuestra opinión es que esta dualidad de cartera puede ser interesante a partir de un patrimonio de inversión que supere los 150.000 euros.

En cualquier caso, si es Ud. cliente con un contrato Premium, Premium + o Presencial puede consultar sus dudas con nuestros asesores. También puede hacerlo en los webinars de estrategia que se realizarán periódicamente en Nextep.

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