Inflación USA: la “culpa” es de peluqueros, dentistas y restaurantes
Ya que nos preguntamos por qué fallan los indicadores, también podemos preguntarnos por qué está costando bajar tanto la inflación en EE. UU. si…
- No solo ya no hay problemas con la cadena de distribución sino que del atasco hemos pasado al tráfico más fluido en más de una década.
- Los precios de las materias primas y de la producción manufacturera han caído, así como los del mercado inmobiliario.
- Los precios de la energía están ya incluso por debajo de donde estaban antes de que se iniciara la guerra de Ucrania.
En este caso la respuesta es muy fácil: la “culpa” la tienen todos los proveedores de servicios, es decir, desde los peluqueros o los dentistas pasando por los abogados, consultores, fontaneros, restaurantes, etc., etc.
Evidentemente lo de la “culpa” es ironía. Si tuviéramos que buscar a los culpables tendríamos que ir a los políticos que no predijeron que a la salida de los confinamientos habría que tener preparada la oferta de bienes y servicios, para que no se viera masivamente superada por la demanda. Y a los bancos centrales, que inundaron el sistema de dinero. O al efecto rebote de las sanciones, que disparó el precio de las materias primas y de la energía. Los dentistas, los abogados, los fontaneros o los restauradores lo único que hicieron fue defenderse.
El caso es que ahora tanto las materias primas como la energía bajan de precio, todo lo rápido que Rusia ha encontrado los muchos y diversos huecos que existen para saltarse las sanciones —y lo mismo se puede decir de los productos manufacturados (ver gráfico n.º 9)—, así que ¿por qué no cae el precio de los servicios?
Pues porque desde el dentista que ha visto como le subía la factura de la luz al agricultor que ha visto como se disparaba el precio de los fertilizantes y el diésel, todos tienen el miedo metido en el cuerpo y no harán nada hasta que vean un cambio que se mantenga en el tiempo y, sobre todo, hasta que el propio mercado les obligue a bajar los precios.
Esta situación se muestra muy bien en el gráfico n.º 9. Como puede observarse, la inflación de bienes tanto duraderos como no duraderos (líneas azul oscuro y claro) ha bajado mucho y se ha situado en niveles de hace seis años, que eran bastante moderados. El problema es que los servicios, que además como hemos visto en el capítulo anterior son la parte más importante de una economía avanzada, se mantienen en altos niveles de inflación.
Gráfico n.º 9: La inflación de bienes vs la inflación de servicios
Vía Bob Elliott
Esa es la mala noticia. La buena es que como podemos ver en el gráfico n.º 9, esas diferencias tienden a equilibrarse con el tiempo.
Sí, el mercado está muy nervioso por la inflación, pero también es cierto que la inflación está bajando (en EE. UU., que es la que mueve las bolsas). Lo que ocurre es que esas bajadas, igual que la vuelta al equilibrio que hemos mencionado anteriormente, no se producen de la noche a la mañana. Se va estableciendo una tendencia, que forma dientes de sierra y va por escalones, escalones que a veces son auténticos descansillos. Lo vemos en el gráfico n.º 10:
Gráfico n.º 10: La medida de inflación preferida por la Reserva Federal de los EE. UU.
Fuente: Bloomberg
Hemos cogido la medida de inflación que más le gusta a la Reserva Federal, el famoso PCE. Observamos que efectivamente la inflación está bajando —línea blanca continua—, pero que lo hace con mucha calma en la parte de servicios.
La conclusión para nosotros es muy parecida al capítulo anterior: estas cosas requieren tiempo. Tiene que funcionar la competencia, tiene que trasladarse a los servicios la caída de la inflación en los bienes (productos manufacturados) y, sobre todo, tiene que hacer efecto la presión de la subida de los tipos de interés en todos los actores, lo cual lleva su tiempo.