Preparados para defenderse de la «libertad financiera»

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Los economistas también usan “clickbaits” para llamar la atención en medios y redes sociales. El problema es que en esa busca de seguidores o clientes pueden generar confusión e incluso inducir a error. Un ejemplo de “clickbait” es el de la “represión financiera”, esa “represión” consecuencia del efecto que produce la bajada de tipos en la rentabilidad del dinero colocado en cuentas corrientes y depósitos.

Para empezar no se debe asumir que acumular dinero en depósitos y cuentas corrientes sea la mejor forma de ahorrar. Ni la más habitual. En España puede serlo actualmente, pero no lo es, ni lo ha sido nunca, en las economías más avanzadas.  Y desde luego no es la forma más rentable de ahorrar, especialmente a medio y largo plazo.

Tomen como referencia el plazo que quieran: 100, 50 o 10 años. A largo plazo siempre ha sido más rentable colocar el dinero en un mix de renta fija, inmuebles, oro o fondos de renta variable, que en cuentas corrientes o depósitos de corto plazo, en porcentajes acordes con cada perfil de inversión y la situación de los mercados.

Quienes utilizan el “clickbait” de la “represión financiera” argumentarán que la bajada de tipos también hace que baje el cupón de los bonos, y es cierto, pero es un argumento que no tiene en cuenta que, cuanto más bajan los tipos de interés de los bonos, más sube su precio, y por lo tanto genera subidas en los fondos de renta fija que invierten en bonos.

Pero a quien más daño hará la supuesta “liberación financiera”, (el fin de la “represión”), es a quienes han invertido en inmuebles y hayan financiado parte de esa inversión con un crédito hipotecario a tipo variable. Si el BCE sube los tipos de interés, también subirá el Euríbor, y también será más caro adquirir un inmueble con un crédito a tipo fijo. De hecho, a quien beneficia sin duda la “libertad” financiera es a los bancos, porque libera sus márgenes y potencia su cuenta de resultados.

La buena noticia es que hay formas de “defenderse” de esta mal llamada “libertad” financiera. Con los créditos es complicado, por las cláusulas de penalización que incluyen los bancos para quien, llegada la “libertad”, se diera cuenta del error del término y decidiera pasar de tipo variable a tipo fijo.

Para los ahorradores la solución es bastante más fácil: en España tenemos una excelente oferta de fondos de inversión, a la que se han unido los fondos cotizados (ETFs). Gracias a la oferta de fondos y ETF se puede colocar el dinero en productos que pueden conseguir rentabilidad moderadamente positiva sin asumir un gran riesgo. No es que haya muchos productos así pero existen.

También se puede ganar dinero apostando por la caída del precio de los bonos como consecuencia de la subida de los tipos, una inversión más fácil de poner en práctica y menos volátil de lo que muchos pueden imaginar. Y también hay fondos de renta variable que se benefician del escenario de inflación y subida de tipos; estos se pueden incorporar en pequeñas cantidades a la cartera de inversión lo que no supone aumentar demasiado el riesgo del total.

Pero, hay que asumirlo: el ahorrador o inversor conservador vivirá peor con la “libertad” financiera que con la “represión”. Ahora tendrá que buscar buen asesoramiento, mientras que antes cualquier fondo de renta fija le solucionaba la papeleta.