Cómo afecta Putin a las megatendencias

El Economista 24 03

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Putin ha puesto ha devuelto a los inversores a la realidad. Una realidad donde existen el mal, las guerras, el petróleo a 120$/barril, el gas a precio de oro y donde se vulnera militarmente la independencia de un país europeo. Un mundo que aún carece de alternativas suficientes para sustituir la dependencia de las materias primas. En este contexto, se impone revisar concepciones e ideas previamente asumidas como verdades absolutas en el ámbito de las mega tendencias de inversión.

Empecemos por la transición de energías contaminantes a energías verdes; sin duda una de las principales megatendencias de inversión, pero cuyas valoraciones en el mercado comenzaban a estabcarse. Habrá que darle el mérito a Putin por ponerlas nuevamente en el radar, al mostrar a Occidente su enorme dependencia energética de regímenes autocráticos. Hoy le tocó a Rusia jugar con ventaja, pero mañana bien podría ser un país árabe o China quien utilice las materias primas a su favor. Los inversores en energías alternativas saldrán ganando, aunque a corto e incluso medio plazo Putin también ha disparado el precio del carbón o del petróleo. En cualquier caso, nuestros políticos y su imprevisión de cerrar las centrales nucleares se llevan parte de ese premio.

Por otro lado, este baño de realidad que favorece a la “E” del acrónimo ESG (“Environmental”), también perjudica a la “S” (de socialmente responsable). Gracias a Putin, el incremento del gasto militar se pondrá de moda y esto ya se está notando en las valoraciones bursátiles de las empresas armamentísticas.

En cuanto a las mega tendencias tecnológicas, está ocurriendo algo parecido, pero no como consecuencia directa de las acciones de Putin. Ahora la búsqueda del unicornio tecnológico va a ser más cara y esto se notará en las cotizaciones del sector, según los bancos centrales se vean forzados a reducir el ritmo de sus inyecciones en proyectos tecnológicos  a la moda. Pero también influye en las acciones de Putin, que prolongarán la inflación post-pandemia más allá del corto o medio plazo.

Debemos considerar, sin embargo, que, más que cambiar totalmente estas tendencias de inversión en tecnología, el “reality-check” de Putin hará que sean más selectivas. A aquellas empresas con el ojo puesto en el enorme “marketplace” del metaverso no les preocupará demasiado lo que ocurra en Ucrania ni que el dinero se encarezca un 2%, especialmente si se dedican a las tecnologías que crecerán exponencialmente en el camino hacia la creación del metaverso.

A las inversiones públicas en infraestructura les pasará algo del estilo: no les afectará demasiado que suban los precios de sus materias primas: paga el Estado. Y siempre queda el recurso de la deuda; es decir, más deuda sobre la que ya se ha emitido para pagar los confinamientos y el coste de las sanciones a Rusia. Vamos a una mega tendencia keynesiana en la que todo se arregla con gasto público o, técnicamente hablando, estímulo fiscal.

El mundo que viene también ofrece nuevas mega tendencias, y no nos referimos a temas de armamento que, por cuestión de principios, no recomendamos a nuestros clientes. Pero de esas nuevas tendencias hablaremos en otra ocasión.

 

Artículo escrito por Víctor Alvargonzález en El Economista.