Teníamos rotación, ahora tendremos rotación al cuadrado

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Artículo publicado en El Confidencial

 

Resumen artículo

 

Con la llegada de las vacunas contra el Covid, acuñamos el término de “La Gran Rotación” para definir nuestra nueva estrategia de inversión. Así, con mayúsculas, queríamos enfatizar a nuestros clientes la magnitud de la rotación interna que tendría lugar en los mercados. Ahora tendremos que usar la expresión La Gran Rotación “al cuadrado”.

La Gran Rotación asumía dos supuestos clave: mayor crecimiento y mayor inflación. Como en las posguerras cuando se sale de los refugios, “salir del confinamiento” generaría picos de inflación resultantes del exceso de demanda y escasez de oferta. Asimismo, los planes de estímulo económico y la inyección de liquidez impulsarían el crecimiento, lo que también favorece un incremento de la inflación, como lo hizo en su momento el Plan Marshall.

Pero ahora estamos ante un nuevo escenario, creado por el aislamiento económico de Rusia. Las sanciones las sufre sobre todo el sancionado, pero también el sancionador, este último en forma de inflación. El peso recae especialmente en Europa por su mayor dependencia energética y exposición bancaria hacia Rusia. Aunque también hay prejuicio en términos de actividad económica, estos son menos significativos, ya que Rusia no es un actor tan decisivo en la maquinaria del crecimiento mundial. Véase por lo tanto que no hablamos de estanflación global, aunque Europa si tiene probabilidades de vivir, al menos temporalmente, dicho escenario como consecuencia de ser quien carga con el mayor peso en cuanto a consecuencias de las sanciones. EE.UU. está mejor blindado, siempre y cuando la Fed actúe de forma gradual y equilibrada.

La variable de la ecuación que cambia sustancialmente en el nuevo escenario es la de la inflación y esto es crucial para los tipos de interés, las políticas monetarias y la efectividad de los estilos de gestión, puntos fundamentales de cualquier estrategia de inversión.

Nuestra estrategia ya contaba con una subida del interés de los bonos como consecuencia de una mayor inflación. Por eso aconsejamos evitar fondos de renta fija e invertir en fondos y ETFs que se beneficiaran del alza de tipos. Esta recomendación es ahora aún más acertada, ya que la inflación no solo será mayor como consecuencia de las sanciones, sino más prolongada en el tiempo. Eventualmente el BCE tendrá que normalizar la política monetaria, comprando menos deuda y subiendo los tipos de referencia, lo que irá en detrimento de los bonos.

Otro ganador de La Gran Rotación “al cuadrado” será el estilo de gestión de “valor”, que ya venía con ventaja desde el giro cíclico de la post-pandemia cuando sectores como el financiero o las materias primas (típicamente “de valor”) batieron al tecnológico (“de crecimiento”). Un entorno inflacionista y con subida de tipos ofrece mayor rentabilidad a la gestión “de valor”, según muestran las estadísticas. Y no hay por que pagar elevadas comisiones para invertir “en valor”. Existe un universo de índices y sectores donde pesan más las empresas de valor que las de crecimiento en los que se puede invertir a través de fondos indexados y ETFs.

El factor “Putin” también será muy importante para ponderar el peso de la renta variable en cartera; y la Fed, probablemente más. Si la “frenada” de la Reserva Federal es demasiado brusca, las bolsas internacionales recibirán el golpe y la estrategia de rotación “al cuadrado” deberá incluir también una reducción considerable de la renta variable en cartera.

 

Artículo escrito por Víctor Alvargonzález en El Confidencial.