Cómo invertir en la tercera fase de la revolución digital

Invertia 25 01 22

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Resumen  artículo

 

La primera fase de la revolución digital comenzó en Silicon Valley con un cambio tecnológico definitivo: la multiplicación exponencial de la capacidad de computación de los microprocesadores.

La segunda fase es más conocida: gracias a lo anterior, una serie de genios como Gates, Jobs, Bezos o los creadores de Google, acompañados de fondos de inversión valientes, pudieron desarrollar Internet.

Ahora empieza la tercera fase de la revolución digital, cuyos protagonistas son el metaverso y lo que nosotros llamamos “sus socios”, es decir, las tecnologías que harán posible este universo virtual que dejará pequeño el de Internet. Estos “socios” son lo más importante a la hora de plantearse invertir en el desarrollo del metaverso. Son las tecnologías que tendrán que crecer de forma exponencial para poder hacer posible el nuevo mundo virtual, como en su día ocurrió con la capacidad de computación de los microprocesadores.

Esta idea es fundamental para entender la forma de rentabilizar la tercera fase de la revolución digital. La compra de Activision por parte de Microsoft es un buen ejemplo, así como las compras realizadas por Facebook. Nos enseñan que la clave para rentabilizar la tercera fase de la revolución digital es encontrar esas empresas más pequeñas por las que los grandes jugadores pagarán millonadas para contar con su tecnología y el “know how” de las que ellas carecen.

Pero olvídense de hacerlo a través de fondos tradicionales: se han quedado anticuados para participar en esta fase de la revolución digital. Los instrumentos adecuados son los ETF, que es como se invierte en EEUU y en el resto de países financieramente avanzados. Entre otras cosas porque permiten “afinar el tiro” y centrar la inversión en grupos de valores claramente relacionados con el objetivo perseguido.

En España no se utilizan tanto los ETF, porque aquí en la industria de distribución de productos financieros (bancos, sociedades y agencias de valores, asesores NO independientes) impera una única obsesión: defender el “statu quo”, es decir, la retrocesión de las comisiones que pagan los fondos de inversión tradicionales y evitar por todos los medios que los ETF, mucho más baratos y que por lo tanto les dejan mucha menos comisión, les quiten el puesto entre las preferencias de los inversores. Porque además ofrecen una operativa mucho más eficiente.

Pero, a pesar de la barrera fiscal, nuestro consejo es que no deje de ganar dinero porque luego haya que pagar impuestos. Los ETF son el instrumento adecuado para invertir en los “socios del metaverso” y, si necesita asesoramiento para elegirlos, somos ya varios los asesores independientes que lo ofrecemos.

 

Artículo escrito por nuestro Director de Estrategia, Víctor Alvargonzález, en Invertia.