¿Y si la inflación va y sorprende a todo el mundo …. a la baja?

Recientemente se publicaron un par de datos que invitan a la reflexión. El primero es el de la cantidad de dinero en circulación en EE. UU., conocido técnicamente como M2 (gráfico n.º 5).

El dato se disparó al alza como consecuencia de la pandemia. El Estado enviaba cheques a los ciudadanos (con dinero que “fabricaba” la Reserva Federal), se calculó mal y se envió demasiado y, claro, la M2 se disparó a los niveles más altos de la historia (ver línea amarilla gráfico n.º 5).

Finalizados los confinamientos, con todo ese dinero en el bolsillo y pleno empleo, los norteamericanos no se paraban a preguntar el precio de las cosas: compraban de todo a cualquier precio. Y claro, se disparó la inflación.

Gráfico nº 5: Oferta monetaria en EE.UU. (M2) y el IPC

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Como puede observarse, existe una correlación muy importante entre la M2 (línea amarilla) y el IPC (línea azul). Y la M2 ahora se ha desplomado. Si se mantuviera dicha correlación, la caída de la inflación podría ser espectacular en los próximos 12 meses.

Otro indicador adelantado de la inflación fue el precio de llevar un contenedor de Shanghái a Los Ángeles. Se fue a la estratosfera porque los gobiernos no previeron que la salida de la pandemia generaría una fuerte demanda de bienes y servicios y se generaron cuellos de botella. Así, el coste de llevar un contenedor subió a 12.000 dólares. Ahora ese coste ha caído hasta 2.069 dólares.

Gráfico nº 4: Tarifa por llevar un contenedor de Shanghái a Los Angeles.

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El razonamiento es similar al de la M2: si fue un indicador adelantado de la explosión de la inflación, debería serlo de una fuerte caída de la misma.

Pero hay un “pero” a este razonamiento. Los economistas no mencionan —porque es políticamente incorrecto— que el aumento de la inflación se produjo en dos fases. La primera fue por los motivos explicados anteriormente, pero la segunda —la más importante— ha sido consecuencia del efecto rebote de las sanciones que ha aplicado Occidente a Rusia.

Al retirarse del mercado la oferta de energía, alimentos, fertilizantes y todo tipo de materias primas de las que Rusia es uno de los mayores productores del mundo, se produjo un “shock” de oferta del que Occidente (y el tercer mundo) todavía no se han recuperado. Por eso la inflación de los últimos meses se debe a la subida de los precios de los alimentos y de la energía, que no tiene nada que ver con la M2 ni con los cuellos de botella en las cadenas de distribución. Esto es lo que podría hacer que la caída de la inflación no siguiera la de estos dos indicadores adelantados.

Afortunadamente (para quienes más sufren la inflación) a Rusia le ha resultado fácil saltarse las sanciones a través de las decenas de países que no las han firmado. Así que, pasado el primer impacto, el mercado ha vuelto a estar suficientemente abastecido. De ahí la reciente caída en el precio de las materias primas, tras la fuerte subida inicial. Y por eso cae también el precio del petróleo y no tanto el del gas: el petróleo se puede redirigir, mientras que el gas tiene que ir por un gasoducto que los propios rusos han cerrado. Y el gas sustitutivo lo venden Norteamérica o Catar a precios astronómicos. Así que el efecto inflacionista de las sanciones también podría moderarse, pero es una incógnita.

Además entra en escena el BCE. La inflación europea actual es de oferta, no de demanda. Poco puede hacer el BCE sobre la escasez de oferta de alimentos o energía, pero quiere cubrirse las espaldas. Que nadie diga que son los culpables de que haya inflación. No va a influir en la inflación directamente, pero sí en la recesión que viene (agravándola). Y una recesión es desinflacionista por naturaleza. Cuando no hay dinero es cuando más se pregunta el precio de las cosas. Y si resultan caras, no se compra.

Finalmente, y para cerrar el círculo desinflacionista, tenemos a la economía china con serios problemas, lo cual disminuye la demanda de materias primas. Que además ya les salían baratísimas, porque se las compraban a precio de saldo a los rusos.

Puede que la inflación baje solo de forma moderada y no como dicen los indicadores adelantados M2 y de la cadena de distribución, ya que en la ecuación hay que tener en cuenta el efecto rebote de las sanciones. Pero lo que está claro es que va a seguir bajando. Y que no se puede descartar que pueda sorprendernos a la baja.