La ESG es más una cuestión de principios que de rentabilidad

El Confidencial 06 10 21

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La corrección política también existe en el asesoramiento financiero. En los últimos años lo políticamente correcto entre los analistas has ido hablar de “la crisis”, “la burbuja” o “la represión financiera”. Al contrario que en los años 90, cuando los vendedores prometían a los inversores convertirse en amos del universo.

En finanzas, la corrección política es peligrosa. Para ser buen inversor hay que ser realista. Seguir a los analistas políticamente correctos ha supuesto perderse uno de los mayores mercados alcista de la bolsa y las magníficas plusvalías que generó en los bonos la “represión” de los bancos centrales. “Reprimían” a base de compras masivas de bonos; bendita represión.

El no va más de la corrección política está en la gestión ESG. Sin duda es importante plantearse la responsabilidad social y medioambiental antes de invertir, pero estoy en contra de la confusión que crean los vendedores cuando transmiten que es algo que mejorará la rentabilidad de la inversión. Los principios morales no son necesariamente fuente de rentabilidad.

Las gestoras tienen la necesidad de justificar altas comisiones de gestión en un mundo en el que la tendencia de las comisiones es claramente bajista. Los fondos indexados y ETF han demostrado que las altas comisiones sólo están justificadas en determinados fondos, y al ser cada vez más difícil batir a los índices para las gestoras, han tenido que buscar otras alternativas.

Para justificar una mayor comisión de gestión las gestoras han apostado por fondos temáticos, especializados o de gestión socialmente responsable (ESG). Y si esa mayor comisión aporta valor, bienvenida sea, y también el marketing que hay detrás de este tipo de ofertas.

Pero a veces el marketing va un poco lejos y puede generar confusión. ESG no debería venderse como sinónimo de rentabilidad. Este año es un ejemplo: sectores como los combustibles o las materias primas superan a la mayoría de empresas limpias. Y el sector financiero, donde la responsabilidad social o la gobernanza no son las características más significativas, también.

El verdadero atractivo de la gestión ESG – y el motivo por el que pronto tendremos carteras asesoradas con ese filtro – es que permiten invertir respetando los principios morales del inversor. Si eso es lo que alguien busca en una cartera de fondos ESG, estará en el lugar adecuado. Pero no le vamos a decir que eso ayudará a maximizar su rentabilidad.

En cambio, la gestión ESG sí que puede verse como un factor de protección: como cobertura frente a riesgos medioambientales, regulatorios y de gobernanza, temas importantes hoy en día. Se supone que si se cumplen estos filtros no tendríamos que ver que una empresa en la que invertimos sale en las noticias o en las redes por estas cuestiones.

El motivo para invertir con criterio ESG debe ser, sobre todo, moral. De lo contrario se estará invirtiendo con la expectativa equivocada. Y, por si las malas lenguas, ahí va el “disclaimer”: como asesores independientes que somos, no ganamos más por recomendar fondos distintos de los ESG, puesto que no cobramos comisiones de los productos que recomendamos. De ninguno.

 

Artículo escrito por nuestro Director de Estrategia, Víctor Alvargonzález, en El Confidencial.