Preparados, listos… llega el «QE» inverso

El Economista 13 01 22

Fuente de la imagen: El Economista

 

Artículo publicado en El Economista

 

Resumen  artículo

 

Cuando se empezó a hablar del “tapering”, los medios y las redes se pusieron muy nerviosos, pero que la Fed deje de comprar bonos no es algo que afecte tanto a la economía cuando está creciendo con fuerza, como es el caso en EE.UU. Además el dinero inyectado en los 12 años anteriores (8,6 billones de dólares) sigue en el sistema, no se retira.

Subir tipos es un poco más duro y es lógico que ponga nerviosos a los mercados. Pero si lo piensan dos veces, una economía que crece al 4% puede asumir unos tipos del 1% (es donde esperan la mayor parte de miembros de la Fed que estén a final de año). Es más: es posible que el efecto económico recesivo que va a tener el absentismo laboral generado por ómicron retrase la subida de tipos.

Curiosamente, de lo que menos se habla es de lo que ha dicho Powell sobre reducir el balance, lo que significa retirar dinero del sistema. Y esto se hace no renovando los bonos que están en balance cuando venzan, vendiendo esos bonos, o ambas cosas a la vez.

Powell hace bien en aprovechar la mejoría económica y los programas de estímulo para normalizar la situación, drenando liquidez, porque así genera margen para nuevas intervenciones, si fueran necesarias en el futuro.

Pero esto puede afectar a los mercados, que han tenido, en el caso del S&P 500 y del Nasdaq, una correlación perfecta con el balance de la Fed en los últimos 12 años. Esto nos recuerda que reducir el balance podría tener un efecto negativo en los mercados.

Y decimos “podría”, en condicional, porque esta correlación se ha producido en un periodo de bajo crecimiento. Si la economía crece a los niveles esperados para los próximos años, gracias a los programas de estímulo, podría compensar que se reduzcan las compras, igual que una subida de tipos. Si es moderada, claro.

Respecto al drenaje de liquidez, todo dependerá del ritmo al que se haga. Si es rápido, la correlación antes mencionada funcionaría. La buena noticia es que por ahora todo señala a un proceso gradual y tranquilo.

Al final, si la inflación se mantiene relativamente controlada, la subida de tipos será moderada y la reducción del balance tranquila. Si se mantiene alta, prepárense para modificar la estructura de sus carteras, especialmente el peso del sector tecnológico y el de los fondos de renta fija de medio y largo plazo.

 

Artículo escrito por nuestro Director de Estrategia, Víctor Alvargonzález, en El Economista.