¿Alguien se ha dado cuenta de que le van a subir el tipo de interés del crédito?

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La subida de tipos que viene puede sonar bien a los economistas que clamaban por el fin de la “represión financiera”, pero desde luego no muchos inversores y  ahorradores.

El fin de la “represión” hace polvo a, por ejemplo, a los que tienen fondos y planes de pensiones de renta fija. Las caídas de los últimos tres meses son buena prueba de ello. Y lo que les queda: el cambio de tercio del BCE sólo acaba de empezar. Y el precio de los bonos se mueve de forma inversamente proporcional al de los tipos de interés.

Pero la forma más popular de ahorro conservador en España es la compra de “pisos”, y la mayor parte de los casos parte de la inversión se realiza con un crédito.  Quienes lo tengan a tipo variable pronto se darán cuenta de que vivían mejor con la “represión” financiera que con la “liberación”.

Algún día, y esperen sentados, se beneficiarán de la libertad financiera las cuentas corrientes y depósitos a corto plazo. Pero invertir en estos productos va contra todas las teorías de inversión eficiente y rentable. Y contra la realidad empírica: siempre ha sido mucho más rentable para el ahorrador conservador invertir en una mezcla de renta fija – aunque ahora temporalmente no sea el caso – y sector inmobiliario, que “invertir” en cuentas corrientes o depósitos de corto plazo. Y mucho mejor si puso un poco de dinero en fondos de renta variable. Nadie ha conseguido una jubilación satisfactoria “invirtiendo” en cuentas corrientes.

Antes de que el BCE incremente los tipos oficiales, probablemente a finales de año, habrá subido el Euríbor en anticipación a dicha subida. Y la subida de tipos de los bonos presionará al alza el interés de los créditos a tipo fijo.  Y no es poca cosa: si el propio BCE piensa que la inflación supere el 2% en los próximos años, como mínimo tendrán que acercar el tipo oficial al 2%. Y, ahora, con los tipos en el -0,4%, una subida, por ejemplo, hasta el 1,5%, no es nada desdeñable. Y ya no les digo si al final fallan las previsiones y la inflación termina siendo superior.

Si los costes no son muy elevados, merece la pena estudiar la posibilidad de convertir el crédito a tipo variable en crédito a tipo fijo, ahora que este último está todavía a un nivel razonable.

No creo que en Europa vayamos a tener una altísima inflación, pero tampoco estoy de acuerdo con lo que decía Lagarde de que volveremos a una inflación similar a la de antes de la pandemia. La supuesta libertad financiera en realidad sólo es buena para los bancos, los ahorradores tienen que preparar su defensa.

 

Artículo escrito por nuestro Director de Estrategia, Víctor Alvargonzález, en El Economista.