Dos indicadores interesantes para la inversión en renta fija

El consenso es totalmente bajista en bonos USA

Como digo siempre, el consenso es un indicador contrario. A más consenso, ya sea por parte de inversores, analistas, gestores o asesores en relación a un determinado activo, peor para la evolución futura de ese activo. Y lo digo porque estadísticamente está demostrado que el consenso se suele equivocar bastante más de lo que suele acertar.

Siempre que coincido con el consenso me preocupo por ello. Y ahora mismo estoy totalmente en línea con lo que piensa el consenso en relación con el precio de los bonos norteamericanos, que me preocupa sobremanera. Por eso he decidido analizar qué probabilidades hay de que en esta ocasión el consenso pueda acertar, porque como he dicho al principio, se equivoca más que acierta, lo cual no significa que se equivoque siempre.

No les quiero aburrir con los motivos por los que ya al inicio del año pasado recomendé evitar la deuda pública de los EE. UU. (y hasta ahora he acertado). Solo diré que la clave de dicho razonamiento estaba en mi previsión de que el mayor comprador de bonos actual, la Reserva Federal de los Estados Unidos —por sus programas de estímulo monetario—, reduciría sus compras. Y ya ha anunciado que cierra el grifo hasta cerrarlo completamente en marzo del año entrante. Este sería el primer motivo y sigue en vigor.

En segundo lugar, cuesta entender que con una inflación que aunque no se mantenga por encima del 6 % actual y pudiera situarse en el entorno del 2 % o 3 % el año que viene y el siguiente, un bono americano con vencimiento a dos años dé un cupón del 0, 60 %. O un bono con vencimiento a cinco años el 1,26 %. No tiene mucha lógica. Se supone que cuando se compra un bono es para obtener un cupón superior a la inflación. De hecho, muy probablemente el único motivo por el que no es así actualmente es por las compras que todavía sigue realizando la Reserva Federal.

El problema por lo tanto es que ahora el consenso coincide mayoritariamente con esta visión de cara a la evolución de los bonos (renta fija) el año que viene, lo cual pueden comprobar ustedes en el gráfico n.º 4.

Gráfico n.º 4: La mayoría de los inversores están infraponderados en bonos

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Dos indicadores interesantes para la inversión en renta fija

De hecho, hacía tiempo, concretamente desde el año 2001, que el consenso de los inversores no tenía una visión tan negativa de las perspectivas de revalorización de los bonos. Y eso, para los que consideramos que estar en la misma posición que el consenso es más un riesgo que una ventaja, es preocupante.

Así que lo siguiente que hemos hecho es comprobar cuál ha sido el historial de acierto del consenso en ese periodo. Como les muestro a continuación, el consenso ha hecho honor a su historial estadístico y ha fallado estrepitosamente en tres de las ocasiones en las que pensaba que caería el precio delos bonos. En la cuarta también (2018), solo que por relativamente poco.

Resumiendo: de cuatro ocasiones se ha equivocado en cuatro, confirmando nuestra teoría de que el consenso se equivoca mucho más que acierta y poniendo así en duda que el año que viene los bonos pudieran caer (subir los tipos de interés del mercado) (1).

A continuación vemos los años en los que el consenso pensaba que caería el precio de los bonos —como piensa ahora mismo—, y luego, en la siguiente columna, les mostramos si acertó o falló en su predicción:

 

Captura 3
Dos indicadores interesantes para la inversión en renta fija

Curiosamente, que se haya equivocado en todas las ocasiones podría significar que acierte en esta. Como ya hemos dicho, estadísticamente el consenso falla más que acierta, pero esto no significa que falle siempre. En otras palabras, a más veces se ha equivocado, más probabilidades de que acierte alguna vez y así se cumpla la norma. Y tras cuatro errores, que se producen además durante un periodo largo de tiempo, la estadística diría que ya “toca” que acierte. Sobre todo porque esta vez tiene el viento a favor.

El tipo de interés de los bonos, por debajo de los salarios

Siguiendo con datos históricos, a continuación les presentamos uno que llama la atención. Se trata de un hecho que no se producía como mínimo desde los años 70 —que ya es decir—, y consiste en que los salarios están por encima de la rentabilidad de los bonos a 10 años.

Si habláramos de astronomía, sería el equivalente a un eclipse solar. Lo vemos en el gráfico n.º 5 utilizando como referencia el bono USA a 10 años.

Gráfico n.º 5: En 2021 los salarios han subido más que los tipos de interés de los bonos

 

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No pretendo aburrirles con interpretaciones varias respecto a este hecho, sino centrarme en que, de una u otra manera, esto tiene que corregirse, puesto que estamos ante una situación totalmente anormal que tiene que volver a la media.

Y lo importante es cómo vuelva a la media. O bien los salarios tendrían que bajar significativamente en relación con los niveles actuales —lo cual parece poco probable vista la fortaleza del mercado de trabajo norteamericano—, o bien tendrían que subir los tipos de interés de los bonos a 10 años. Que es lo mismo que decir que cayera el precio de los bonos (1), es decir, que pierdan dinero los fondos que invierten en renta fija —en este caso norteamericana— con vencimiento de largo plazo.

Y ustedes dirán que nada de este capítulo les afecta porque ustedes invierten en bonos europeos, pero no es exactamente así.

En primer lugar, si los tipos de interés norteamericanos suben mucho, es difícil que los europeos no se vean afectados. Muchos bonos tendría que comprar Christine Lagarde si tiene que competir con un bono americano a 10 años que, por ejemplo, se sitúe por encima del 2 % de rentabilidad. El dinero busca el cupón más elevado, y si un bono español ofrece un 0,50 % anual y el americano más del 2 %, el dinero se va hacia el americano. Evidentemente la manipulación de los precios que hace el BCE limitará la caída del bono europeo, pero es difícil —o mejor dicho, muy raro— que no le afecte.

Pero además, cuando se crea un diferencial muy grande entre lo que hacen los tipos americanos y lo que hacen los tipos europeos, eso tiene consecuencias sobre las divisas. Si el dólar ha subido con respecto al euro en 2021 tiene bastante que ver con el hecho no solo de que la economía norteamericana esté más fuerte, que por supuesto, sino también con el hecho de que allí los tipos sean más altos. Si el diferencial se sigue incrementando, el dólar podría seguir subiendo, lo cual es siempre una fuente interesante de rentabilidad para los inversores europeos.