Garantizarse una buena rentabilidad real vuelve a ser posible
La rentabilidad real de un bono es un concepto crucial en el ámbito de las inversiones, ya que va más allá de la simple tasa de interés nominal, reflejando la verdadera ganancia ajustada por la inflación que un inversor puede obtener. Esta medida es esencial para evaluar la rentabilidad efectiva de una inversión en un entorno de constante cambio económico.
El cálculo de la rentabilidad real implica restar la tasa de inflación de la rentabilidad nominal ofrecida por el bono. En otras palabras, busca determinar cuánto poder adquisitivo real ganará el inversor después de considerar el impacto de la inflación en su rendimiento. Esta métrica proporciona una perspectiva más precisa de las ganancias generadas por la inversión en términos reales, lo que permite tomar decisiones informadas.
En el contexto actual, existe la oportunidad de obtener una rentabilidad real significativa a través de bonos del gobierno estadounidense con vencimiento a 10 años, como se muestra en el siguiente gráfico.

Rentabilidad real del bono norteamericano a 10 años
Este gráfico destaca la rentabilidad real del bono del gobierno estadounidense a 10 años, que puede ofrecer una rentabilidad real del 1,8 % en medio de la inflación actual y los tipos de interés vigentes. Este rendimiento real se ha vuelto particularmente atractivo, ya que no se observaba desde hace 14 años. Además, es importante mencionar que, si la inflación continúa disminuyendo, la rentabilidad real podría incluso aumentar.
Sin embargo, es fundamental abordar este tipo de inversión con cautela. Comprar bonos directamente desde España puede ser costoso debido a las comisiones y al riesgo de divisa, especialmente si el valor del dólar disminuye, lo que podría afectar negativamente la inversión.
Sin embargo, es fundamental abordar este tipo de inversión con cautela
Una estrategia para mejorar aún más el rendimiento es considerar la incorporación de renta fija corporativa de alta calidad crediticia en la cartera de inversiones. Estos bonos empresariales suelen ofrecer un pequeño extra de rentabilidad en comparación con los bonos gubernamentales. Incluso los bonos corporativos de calidad crediticia comparable a la del Estado pueden brindar oportunidades atractivas.
En resumen, la rentabilidad real es un elemento clave para evaluar las inversiones, ya que refleja el poder adquisitivo real de las ganancias. Aprovechar la rentabilidad real positiva ofrecida por los bonos del gobierno estadounidense a 10 años en el contexto de la actual inflación y tasas de interés puede ser una estrategia atractiva. Sin embargo, es importante considerar los costos y riesgos asociados con la inversión en bonos extranjeros, y explorar opciones como la inclusión de bonos corporativos de alta calidad crediticia para mejorar aún más el rendimiento de la cartera de inversiones.
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