La economía china actual: ¿un problema o una bendición?

China no acaba de levantar cabeza. Su PIB no consigue volver a los niveles de crecimiento que se esperan de una economía emergente. Y eso que el gobierno no hace más que inyectar dinero. En nuestra opinión, en otras épocas, con una inyección así de dinero, la economía china estaría creciendo al 7 %, pero la cifra oficial estimada de cierre de 2024 es de un 4,8 %. Los cálculos no oficiales hablan de una cifra mucho más cercana al 3 %. Y, obviamente deben de ser más fiables, puesto que si China estuviera creciendo realmente cerca del 5 %, las autoridades no estarían tan preocupadas, ni inyectando tanto dinero.

La deflación amenaza la economía china

Pero la economía china no solo está estancada, es que además está al borde de entrar en deflación. El IPC oficial es del 0,2 % y lleva bordeando el 0 % desde hace meses. Y si nos vamos a los precios industriales, que en China son muy importantes al ser una economía emergente y, por lo tanto, más industrial que de servicios, están en negativo desde finales de 2022. Que bajen los precios puede ser bueno, pero si esta caída se debe al estancamiento económico, es una mala señal. La unión de estancamiento y deflación significa que los precios caen porque cae la demanda.

Gráfico n.º 1: Tipo de interés del bono chino con vencimiento a 10 años

Tipo de interés del bono chino con vencimiento a 10 años

En el gráfico n.º 1 observamos cómo el mercado de bonos indica hacia la entrada de China en un proceso deflacionista crónico. El bono a 10 años ya solo abona un tipo de interés del 1,70 % y sigue en una espiral bajista que podría llevarle a tipos por debajo del 1 %, típicos de una situación de deflación y estancamiento. Como ocurrió en Japón.

Esto coincide, además, con los datos preocupantes que envía el mercado de crédito. Cada vez se conceden y se demandan menos créditos, como podemos ver en el gráfico n.º 2. Muy mala señal que baje la demanda de crédito cuando ha pinchado una burbuja inmobiliaria y ha dejado en el mercado una enorme cantidad de viviendas. No parece haber mucho interés en comprar inmuebles. Así va a ser difícil quitarse la sobreoferta de encima.

Gráfico n.º 2: Evolución de la demanda de crédito en China

Evolución de la demanda de crédito en China

¿Cómo afecta China a la situación económica global?

Estamos hablando de la segunda economía del mundo, mayor, incluso, que la de la Unión Europea. De hecho, la mayoría de los economistas observa la situación como un problema para Occidente, como un lastre grave para el crecimiento. Pero hay una lectura alternativa: podría ser un “lastre” también para la inflación, y eso actualmente es casi más importante que lo que pueda aportar China al crecimiento global.

Importar desinflación desde China podría ser una auténtica bendición, dado que uno de los problemas que sigue teniendo la locomotora mundial, que es EEUU, es el de la inflación. 

Especialmente positivo puede ser para los mercados financieros, cuya mayor preocupación actual es, sin duda, un repunte de la inflación que detenga el proceso de bajada de los tipos de interés de la Reserva Federal.

Tampoco le viene mal a Europa que todo lo que venga de China salga más barato, porque, aunque en Europa sigue cayendo la inflación, mantener ese descenso en los precios ayuda a que el BCE pueda seguir bajando los tipos de interés. Y nada gusta más a las bolsas que una bajada de los tipos de interés.

Le damos tanta importancia a las importaciones provenientes de China porque China es la fábrica del mundo. Y cada vez lo es más. Si China baja precios, los precios de los productos bajan en todo el mundo, y eso ayuda a que también bajen los de los servicios (que es la inflación más “pegajosa” actualmente).