Dónde están las oportunidades en esta corrección (II)

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Fuente de la imagen: Invertia

 

En el artículo anterior tuve que hacer un paréntesis para hablar de la explosión de la burbuja de las criptomonedas. Pero no me he olvidado de que tenía pendiente el compromiso de seguir dando ideas sobre las oportunidades que crea la corrección actual.

Ya sé que es una herejía decir que esta puede ser una corrección, cuando absolutamente todo el mundo dice que hemos entrado en un mercado bajista de largo plazo. Pero no olvidemos que eso mismo ocurrió en todas las caídas de los últimos 12 años: todas iban a ser mercados bajistas de largo plazo y al final todas fueron correcciones y luego se volvió a la tendencia alcista.

Aunque solo sea por eso, debemos contemplar la posibilidad de que la mayoría se equivoque y, por lo tanto, una oportunidad de comprar de rebajas (si habiendo sido bien asesorado se ha acumulado liquidez antes de la caída).

Otro ejemplo sobre la opinión de la mayoría: hace un año, cuando desde estas mismas páginas les hablaba de «La Gran Rotación», era una herejía eliminar o reducir el sector tecnológico a su mínima expresión en las carteras recomendadas. Y comprar cosas como materias primas o sector industrial. Y ya ven. En los mercados no hay que descartar nunca la posibilidad de que la mayoría pueda estar equivocada.

Hoy continuamos con ideas para aprovechar la corrección y, para no defraudar, empezamos con una nueva herejía: cuando haya un rebote en las bolsas, lo que más subirá a corto plazo será lo que más haya caído. Ni análisis fundamental, ni valoraciones, ni gaitas: a más dura la caída, mayor el rebote. Es casi una regla física de los mercados. Así que si usted es un especulador, un «trader» o simplemente se está planteando tomar un riesgo importante de forma puntual en bolsa, no lo dude: en caso de rebote, los últimos serán los primeros.

Esto tiene una ventaja y es que, al tratarse de una toma de posición muy de brocha gorda, no es necesario complicarse la vida seleccionando un fondo de gestión activa, ni pagar las altas comisiones inherentes a ese tipo de fondos. Con un producto indexado que apunte en la dirección correcta es suficiente.

mucho mejor un ETF, porque cuando haya un rebote será inesperado. Y fuerte. De hecho muy fuerte, porque, a más pesimismo inversor y más dura la caída, más fuerte el rebote. Así que la velocidad de reincorporación será clave y la diferencia entre un fondo tradicional y un fondo cotizado (ETF) es sideral. Hay que estar preparado y contar con el asesoramiento adecuado. El que espere al rebote para contratar el asesoramiento se perderá el rebote.

En los mercados no hay que descartar nunca la posibilidad de que la mayoría pueda estar equivocada

Pasando luego a un planteamiento más analítico, más de inversor a medio y largo plazo -que a la larga es el planteamiento más rentable- la idea es que en las rebajas hay que intentar hacerse con «chollos». Y ahí será especialmente importante el asesoramiento, porque merecerá la pena utilizar fondos de gestión activa. Y hay que saber elegirlos.

Normalmente en la rebajas no se rebajan los productos de las grandes marcas. El que vaya esperando que los Rolex estén rebajados se llevará un chasco. En cambio en la rebajas bursátiles sí que se rebajan. Menos que el resto, pero hay rebajas. Y si hay pánico puedes encontrar Rolex o bolsos Louis Vuitton con descuentos del 20%. Con la ventaja de que hay fondos de inversión que invierten exclusivamente en este tipo de compañías.

Esas que tienen modelos de negocio que, como diría Warren Buffett, son tan buenos que incluso si la empresa la gestionara un incompetente ganarían dinero. No hay mejor plan de pensiones que un fondo de inversión -o varios- que inviertan en este tipo de empresas. Y suscribir las participaciones cuando todo el mundo vende.

Por lo tanto y por resumir con el artículo anterior: 1) el hecho de que todo el mundo venda o recomiende vender no significa que todo el mundo tenga razón; 2) ponerse en liquidez está muy bien, pero hay que hacerlo antes de que caiga el mercado, no cuando todo el mundo vende; 3) un mercado en pánico suele ser más una oportunidad de compra que un buen momento de venta y 4) nadie se ha hecho rico vendiendo cuando todo el mundo vende y comprando cuando la euforia se adueña de los mercados.

En cuanto a los activos concretos, aparte de lo expuesto anteriormente, recordemos por su importancia la idea del artículo anterior donde diferenciábamos el potencial de crecimiento de una empresa como Netflix -que ha alcanzado sus máximas posibilidades gracias a un confinamiento global– con, por ejemplo, el de las tecnologías que acompañarán el crecimiento del metaverso, que solo están empezando a mostrar su potencial.

Estos consejos se llevan dando desde que existen los mercados. El mismo tiempo que llevan sin ser escuchados. Pero el hecho de que no se le haya hecho caso no significa que no se haya demostrado cierto. Especialmente si se ha aprovechado el pánico para comprar grandes marcas a precio de saldo.

 

Artículo escrito por Víctor Alvargonzález en Invertia.