Por qué Jeff Weniger piensa que todo esto puede acabar en deflación
El inicio del ejercicio bursátil es el momento adecuado para recabar opiniones de otros estrategas, como hemos hecho en el capítulo anterior. Pero nuestro siguiente “invitado” es mucho más radical: considera que la fuerte subida de tipos de interés que ha realizado la Reserva Federal —y que probablemente todavía no haya acabado— efectuada en el entorno actual en el que los motores de la inflación están cambiando de dirección podría acabar en deflación.
Y no hablamos de un aficionado, sino de Jeff Weniger, estratega de inversiones de la gestora Wisdom Tree. A continuación, presentamos su razonamiento, que es una lista de lo que ha pasado con los que han sido los motores de la inflación que hemos vivido y estamos viviendo y cómo han evolucionado hasta ahora. Y una pregunta: ¿qué pasa si cambian totalmente de dirección?
- La vivienda usada en EE. UU. ha caído de un precio medio de 413.800 $ en junio a 370.000 $ en noviembre.
- El petróleo Brent ha caído de 123 $ en junio a cotizar alrededor de 80 $ ahora.
- El índice de materias primas industriales HWWI ha caído un 35,5 % en los últimos 10 meses. El índice de precios industriales en China ha caído un 7,2 % en los últimos seis meses. Y China es la fábrica del mundo.
- El bitcoin, que se ha convertido en un interesante indicador de la inflación de activos, ha caído de 66.000 $ a 17.319 $.
- El coste de transportar contenedores, medido por el Harper Petersen Charter Index, ha caído un 68 % desde el máximo alcanzado durante los cuellos de botella de la cadena de distribución.
- La oferta monetaria, un factor fundamental en el incremento de la inflación y que se disparó como consecuencia de las inyecciones de liquidez al sistema y a los ciudadanos, ha pasado de 22 billones de $ en abril a 21,37 $ en la actualidad.
- El precio de la madera para la construcción ha pasado de 1.400 $ en marzo a 351 $ ahora.
- El gas natural ha pasado de costar en Europa 74 € por TTF holandés después de haber estado a 341 €.
- Los alquileres de oficinas en EE. UU. han caído un 3,1 %. Los alquileres de particulares llevan cayendo cuatro meses (0,8 % en diciembre).
- El precio de los vehículos usados ha caído un 14,9 % en un año.
- La gasolina ha pasado de costar cinco dólares en junio a costar 3,28 $ ahora.
Después de leer esto no sé si llegaríamos a la conclusión de que lo siguiente es un periodo de deflación en EE. UU. como plantea Weniger, pero qué duda cabe que las fuerzas inflacionistas se están convirtiendo en desinflacionistas.
El matiz es importante. No es lo mismo deflación que desinflación. Deflación es un periodo largo de inflación (IPC) negativa. Desinflación —que viene de desinflar, al igual que inflación viene de inflar— es simplemente que baje la inflación.
Lo primero, que es la teoría que plantea Weniger, lo vemos poco probable, entre otras cosas porque en su análisis no ha entrado en la parte más pegajosa de la inflación, que es la inflación subyacente del sector servicios, es decir, restaurantes, tarifas profesionales, salarios no industriales, etc. Suerte tendremos si con el nivel de empleo actual del sector servicios baja la inflación subyacente.
Weniger está describiendo un periodo de deflación, pero en nuestra opinión no se podrá calificar de deflación hasta que se puedan añadir a la lista el tipo de servicios mencionado anteriormente. Podremos considerarnos afortunados si, en el estado actual de las cosas, en los próximos meses sigue el proceso desinflacionista en la economía norteamericana.