Predicción del consenso 2022, predicción 2023 y qué no va a ocurrir

Seguramente cuando les digo que en los mercados financieros el consenso debe utilizarse como un indicador contrario, es decir, que suele funcionar mejor hacer lo contrario de lo que dice el consenso que seguirlo a pies juntillas, pensarán que es una exageración. Pero la estadística demuestra que la mayoría de las veces el consenso de analistas —y desde luego el de inversores— suele equivocarse mucho más que acierta.

 

Y este año no ha sido una excepción. A continuación les muestro cuáles eran las previsiones de los analistas de las, no diré mejores, sino mayores casas de inversión de los EE. UU. Y no identifico mayores con mejores porque los mejores analistas y estrategas suelen estar en “boutiques” pequeñas o hedge funds, donde tienen más libertad de acción y en muchos casos mejor remuneración.

 

Las predicciones de los analistas para 2022

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Fuente: Jonathan Ferro vía Twitter

 

Como podrán observar, no acertó ni uno. Y no me refiero a dar con la cifra en la que acabaría el año el S&P 500, que eso es literalmente imposible, sino a que la mayoría predijo una bolsa que o bien subiría o que se quedaría más o menos donde estaba.

 

El que más se acercó fue el director de estrategia de Morgan Stanley (MS 4.400), que es el que dijo que el S&P 500 caería un 6% respecto al inicio del año (ha caído un 19%). Y ese era el “bicho más raro”, porque la mayoría predijo subida.

 

En honor a la verdad, simplemente haber acertado en que el S&P 500 acabaría en negativo ya dice mucho a favor de todos los que predijeron una cifra negativa. No se puede pretender que nadie “clave” lo que va a subir un índice, ya es mucho ser capaz de predecir la tendencia, aunque luego se hayan quedado cortos. El resto ni siquiera fueron capaces de eso.

 

Los pesimistas fueron muy pocos. La mayoría esperaba ver al S&P 500 por encima de los 4.800 puntos, es decir, que como mínimo subiría un 2% respecto al inicio del año.

 

Vayamos ahora con las predicciones para el año entrante, que aparecen a continuación. En principio no son muy tranquilizadoras: casi todas indican que la bolsa norteamericana subirá en 2023 y solo hay tres que apuestan por una ligera bajada. Pero ojo: también se puede interpretar el dato cómo que el consenso podría equivocarse por exceso de prudencia.

 

El consenso también podría equivocarse si el mercado tiene una fuerte recuperación en 2023, pongamos que del 20%, ya que el consenso es mayoritariamente alcista para 2023 pero con subidas muy moderadas en todos los casos. Y cuidado: el consenso también podría estar quedándose corto de pesimismo, es decir, que el mercado caiga otro 20% en 2023.

 

Ya hemos visto que, de hecho, donde el consenso se equivoca más es a la hora de pasarse o quedarse corto. Y no necesariamente de una forma tan brutal como ha ocurrido este año.

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Fuente: Jonathan Ferro vía Twitter

 

La opinión generalizada es que el mercado tendrá una recuperación moderada, es decir, que supere los 4.000 puntos. Eso supondría una revalorización del 5% respecto al cierre de 2022, lo cual es una visión bastante pesimista teniendo en cuenta que en 2022 el índice ha perdido un 19%. Y solo tres estrategas predicen bajadas moderadas.

 

Lo anterior es importante porque desde el punto de vista de tomar al consenso como un indicador contrario, lo que más probabilidades tendría para el año que viene es que el mercado o bien suba mucho o vuelva a caer de forma significativa.

 

Esto último —que el año sea malo en las bolsas— no tiene por qué ser un problema si somos capaces de detectarlo. Actualmente es igual de fácil invertir contra el mercado que hacerlo a favor, es decir, podemos utilizar fondos de inversión —y sobre todo ETF— para apostar por que bajen las bolsas.

 

Para acabar, probablemente ustedes se pregunten cuál era nuestra expectativa, ya que criticamos tanto al consenso.

 

La respuesta es que nosotros nunca ponemos un número a dónde va a estar un índice al cabo de 12 meses, porque sabemos que es imposible acertar. Donde sí nos “mojamos” es en decir cuáles son las probabilidades de que el mercado suba o baje. Y más que hacer una predicción, actuamos.

 

Concretamente, el año pasado actuamos a finales del mes de marzo, reduciendo a la mitad el peso de la renta variable en las carteras recomendadas, cuando vimos que la Reserva Federal de los EE. UU. empezaba a subir los tipos de interés y lo de Ucrania podría ir para largo. Y nos “quedamos” con países y sectores que lo hicieran razonablemente bien en un entorno de inflación y subida de tipos, estrategia que venía de antes y que llamamos “La Gran Rotación” (explicada profusamente en estos “Cuadernos”).

 

Previamente habíamos recomendado eliminar totalmente los fondos de renta fija de medio y largo plazo, que han tenido el peor año de su historia como consecuencia de la subida de los tipos de interés de los bonos (1) (que es donde invierten los fondos de renta fija de medio y largo plazo).