Tres cuestiones importantes de cara a 2022

A la hora de pensar en los riesgos y las oportunidades, tendemos a pensar en cosas que están ocurriendo ahora, como pueden ser el virus y sus consecuencias económicas, o la posibilidad de que la Fed suba los tipos de interés en exceso. Nos fijamos en los riesgos “de actualidad”, no en los que están ahí agazapados.

Evidentemente está muy bien fijarse en los riesgos que tenemos delante de las narices, faltaría menos, pero eso no debe de hacernos olvidar otros que percibimos más lejanos, más improbables o potencialmente menos dañinos.

Un ejemplo son los conflictos geopolíticos y comerciales. El virus ha aparcado muchos problemas, tensiones y conflictos que podrían reavivarse si al final Ómicron resulta ser la “vacuna natural” que, unida a la vacuna artificial creada por el hombre, acaba llevando al virus a un segundo plano.

El primero sin duda es el de Rusia versus Estados Unidos en relación con la cuestión de Ucrania. Si Rusia invadiera Ucrania, Europa lo más que haría sería anunciar algunas sanciones de tipo económico que realmente serían más de cara a la galería que otra cosa. Pero Estados Unidos no puede admitir tras el fiasco de Crimea que Putin invada otro país que además toca el flanco este de la OTAN.

En el mejor de los casos, Biden se limitaría a poner en marcha fuertes sanciones económicas, pero lo más probable es que lo siguiente que hiciera es reforzar posiciones, misiles incluidos, en los países limítrofes. Estamos hablando de una escalada militar que puede quedar en un acuerdo, pero ya se sabe: las armas las carga el diablo y el dinero es muy miedoso.

También damos por hecho que Irán y Arabia Saudita ya no volverán a tener conflictos importantes, lo cual es un grave error, porque esa rivalidad no va a finalizar y podría ir a mucho más si Irán sigue adelante con su intención de obtener la bomba atómica.

Y, por supuesto, el conflicto comercial con China. Si alguien piensa que eso acabó con el acuerdo que alcanzó Donald Trump, está muy equivocado. Es una cuestión recurrente que además con el tiempo cada vez tendrá más ramificaciones geoestratégicas.

Otra cosa que hemos aprendido en 2021 es que el mercado se ha vuelto muy sensible a cualquier novedad negativa. Lo que queremos decir es que un mercado que ha subido considerablemente desde los mínimos de la pandemia es un mercado mucho más proclive a la realización de beneficios. Y hay muchos elementos que podrían desencadenar correcciones, alguna incluso importante.

Desde Nextep opinamos que en un mercado así va a ser importante contar con liquidez en forma de fondos de bajo riesgo y baja rentabilidad. Porque la rentabilidad de la liquidez está en que nos permite aprovechar esas oportunidades que generan las correcciones, porque salvo novedades, no estaríamos hablando de un cambio de tendencia a medio y largo plazo, sino de correcciones.

Pero además resulta que hay fondos de bajo riesgo que no tienen por qué dar rentabilidad cero o negativa. Es perfectamente factible tener fondos y ETF que den rentabilidad positiva, aunque sea moderada, como bien saben nuestros clientes. Y no nos referimos a fondos mixtos conservadores, que no son válidos como reserva de liquidez puesto que en una corrección se pueden ver afectados porque caigan los bonos o las acciones.

Otra cuestión a tener en cuenta en 2022 es la cuestión sectorial. Ya lo fue en 2021, donde determinados sectores que hacía décadas que lo hacían peor que los grandes índices han conseguido superarlos —por ejemplo el sector financiero o las materias primas—, y muy probablemente sea algo que se repita el año entrante, pero no necesariamente con los mismos sectores o los mismos estilos de gestión. Si algo suelen hacer los mercados es dar sorpresas. Hay que estar preparados para ellas.

Porque otra característica de los mercados es que en las primeras fases de un mercado alcista más o menos sube todo. Basta “apuntarse” a un gran índice para tener un buen resultado. Pero luego, según el mercado alcista se va haciendo más maduro, hay que afinar un poco. Se notó en 2020, donde el NASDAQ y China ganaron por goleada a los grandes índices, se ha notado este año en los ejemplos anteriores —y algún otro que no hemos mencionado— y sin duda se notará en 2022, probablemente incluso más que en años anteriores, porque el mercado alcista se irá haciendo más maduro.

Y para muestra un botón (gráfico n.º 3): este año por primera vez en muchísimo tiempo las famosas FAANG +, es decir, las Facebook (ahora Meta), Apple, Amazon, Netflix, Google (ahora Alphabet), etc., en periodos lo han hecho peor que el SP 500, lo que significa que sectores y empresas no tecnológicos del índice las han superado. Es una señal que no se debe ignorar y que puede afectar no solo a sectores que superen a los grandes índices, sino también a zonas geográficas que puedan hacerlo.

Gráfico n.º 3: El SP 500 alcanza un record, las FAANG + se quedan detrás

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