Es el dividendo, mi querido Watson

La clave en la evolución futura de las bolsas europeas está en el dividendo. Los tipos de interés de los bonos están en mínimos históricos y en algunos casos los inversores tienen que pagar por tenerlos. Si el BCE deja de comprarlos es muy posible que esto afecte a la baja a los precios, de forma que los fondos de renta fija se puedan convertir en una inversión sin rendimiento ni por tipo de interés ni por plusvalía. Y eso beneficiará a la renta variable europea, que ofrece de media unos dividendos cercanos al 3% anual.

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