Cuellos de botella e inflación

Invertia 26 10

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Todo el mundo habla de los cuellos de botella, pero nadie explica por qué se han producido, y mucho menos se “mojan” sobre cuánto pueden durar. Pero son fundamentales para predecir cuál puede ser el nivel de inflación a medio plazo, que es la madre de todas las batallas a la hora de invertir hoy en los mercados financieros. Es la llave para dar con la selección de activos ganadora.

Si la inflación sigue siendo alta funcionarán mejor unos, algunos incluso se beneficiarán muchísimo. Si no se mantiene elevada funcionarán otros activos. Y la diferencia puede ser abismal.

Para explicar los cuellos de botella, imagine que usted tiene un comercio que estuvo cerrado durante el confinamiento. Es lógico haber dejado el almacén vacío, ya que no sabe cuál será la demanda en la reapertura, y más cuando sólo se habla de crisis. Usted puede re adaptarse rápidamente cuando ve que entran muchos clientes en la tienda y quieren comprar, pero imagine ahora una explotación minera de un país emergente. No es algo que se ponga en marcha así como así. Tampoco una gran fábrica, ni el flete de un barco que lleva parado meses.

Además es un círculo vicioso. Cuando los grandes fabricantes ven que hay problemas de abastecimiento se ponen nerviosos, compran donde sea y están dispuestos a pagar precios más altos. Se genera cierto pánico a no poder atender la demanda. Así tenemos el cuello de botella y la inflación que genera.

¿Cuánto puede durar? No lo sabemos, pero si sabemos que en una economía de mercado, cuando alguien demanda algo y está dispuesto a pagar, acaba surgiendo la oferta. La oferta y la demanda se equilibrarán, todo es cuestión de precio. La situación de la cadena de producción y distribución es cada uno de sus eslabones es lo que nos indicará el “timing”.

¿Un ejemplo? Vigilar la situación de los puertos en Asia, Estados Unidos y Europa.

Con los precios de la energía es diferente, ya que son fruto de una decisión estructural, la transición energética, que llevará mucho tiempo y dinero. El precio de la energía recortará, pero permanecerá alto.

De hecho lo que parece claro es que, aunque se solucionen los cuellos de botella, la inflación será en general bastante más alta de lo que era antes de la pandemia. Habrá crecimiento, que aunque sea más o menos artificial (por ser fruto de estímulos monetarios y gubernamentales), pero será importante. No tiene porqué trasladarse obligatoriamente a la inflación, pero se adivina una presión salarial cada día más evidente, que se unirá al coste de la transición energética.

Para los inversores la conclusión es que en los próximos meses la inflación va a ser la clave. Hay que saber cuáles son los activos y sectores que se benefician de cada nivel de inflación. En esto los matices son importantes: no es lo mismo poca, que mucha, o muchísima inflación. Eso sí, en cualquiera de estos escenarios hay que huir como de la peste de los bonos y fondos de renta fija de medio y largo plazo. Lo dijimos hace meses y ahora se confirma que acertamos: “La Gran Rotación” sólo acaba de empezar.

 

Artículo escrito por nuestro Director de Estrategia, Víctor Alvargonzález, en Invertia.