Estamos en época de afirmaciones tan contundentes como falsas

Artículo escrito en El Español (14 de octubre 2025)

Las redes y los medios de comunicación se han convertido en algo totalmente surrealista. Al menos en lo que los mercados financieros se refiere. No sólo por las cosas que se dicen, sino por la contundencia con la que se dicen.

Entre las más recientes está lo de que, como la bolsa encadena máximos, está a punto de explotar la famosa burbuja.

Esta afirmación choca con la propia definición de lo que es una tendencia alcista. Técnicamente, se define una tendencia alcista como esa evolución de un índice o una cotización en la que los máximos son cada vez más altos.

Los mercados alcistas pueden durar entre dos y hasta incluso 12 años

Y teniendo en cuenta que los mercados alcistas pueden durar entre dos y hasta incluso 12 años, cuando el mercado es alcista es normal que se encadenen máximos con frecuencia y durante mucho tiempo.

Además, otra de las características de un mercado alcista es que las correcciones suelen ser relativamente breves.

Por el contrario, como lo que vende en redes sociales y medios de comunicación es el miedo, nadie dice que haya algo extraño en que se encadenen mínimos bursátiles (que tampoco tiene nada de raro si el mercado es bajista, porque esa es precisamente la definición de una tendencia bajista). Lo que no es normal, dicen, es que se encadenen máximos.

Lo curioso es que, para quienes consideran extraño que la bolsa encadene máximos consecutivos, no lo es cuando lo hacen el bitcoin o el oro. Y eso que, en algunos casos, son subidas un tanto surrealistas (por la verticalidad de las mismas).

Cuando el mercado es alcista es normal que se encadenen máximos con frecuencia y durante mucho tiempo

La explicación está en el relato. Cuando en el mercado se establece un relato generalmente aceptado, a todo el mundo le parece normal. Como en el caso del oro.

En realidad, ni hay actualmente una mayor tensión geopolítica en el mundo –se está firmando la paz en Oriente Medio, Irán ya no tiene la capacidad de hacer una bomba atómica y el conflicto de Ucrania está bastante encapsulado–, y tampoco hay una inflación espectacular –fue mucho mayor en 2022 y el oro no subió como ahora–, pero se ha instaurado en la sociedad un relato de miedo a que pueda pasar algo.

Y hay que acumular lo que llaman activos reales. Lo cual también puede ser discutible en el caso del oro y, sobre todo, en el caso de las criptomonedas.

Ocurre algo parecido a lo que ocurre desde siempre en España con el mercado inmobiliario. Una vez se ha establecido el relato de que el ladrillo nunca baja, a nadie le extraña que suba todos los días. Hasta que un día baja y se tira bajando meses. Pero, como puede verse, en los mercados el relato funciona igual de bien que en la política.

Es falso que las valoraciones del sector tecnológico son igual de altas que durante la burbuja de Internet

La otra afirmación que se hace con contundencia y con el mismo desconocimiento de la historia es que el sector tecnológico está en valoraciones igual de altas que durante la burbuja de Internet.

Esto es directamente falso, porque, aunque sin duda el sector tecnológico presenta valoraciones altas, en aquella época el PER medio de las 10 mayores compañías del sector era de 41, mientras que ahora es de 31. Y esa no es una diferencia pequeña.

Pero lo más importante es que en marzo del 2000 había dos compañías con un PER superior a 100 y una con un PER de 90, mientras que actualmente sólo una compañía tiene un PER de más de 100 (Tesla, 150) y sólo una tiene 40 (Netflix).

El resto tiene un PER inferior a 30. La superburbuja que se supone que es Nvidia, presenta un PER de 30. El PER es el ratio que relaciona el precio (P) de una acción con sus beneficios (E del inglés earnings).

La superburbuja que se supone que es Nvidia, presenta un PER de 30

La definición del PER es otra cosa que ignoran quienes comparan aquella situación con la actual. En aquella época, las compañías tecnológicas tenían esas valoraciones porque, aunque tenían grandes expectativas de crecimiento gracias a la llegada de Internet, no ganaban tanto dinero. Las de ahora, además de tener buenas expectativas por la llegada de la IA, ganan mucho dinero.

Evidentemente, para poder llegar a esta conclusión y entender estas valoraciones hay que entender que las valoraciones son relativas. Si una empresa sube mucho en bolsa (P), pero también suben sus beneficios (E), la valoración se mantiene estable.

Y si gana mucho (E), el PER puede llegar incluso a bajar aunque el valor suba. Porque se trata de un cociente y porque no se puede decir que un valor esté muy caro simplemente porque ha subido mucho: hay que relacionarlo con lo que hayan hecho sus ingresos y beneficios.

Esto no significa que el mercado esté barato. Lo que decimos es que, cuando se afirma que la valoración del sector tecnológico está al mismo nivel que durante la burbuja de Internet, es simple y llanamente falso.

No se puede decir que un valor esté muy caro simplemente porque ha subido mucho

Otra afirmación de este estilo, en este caso sobre el S&P 500, es que el dividendo es muy bajo comparado con la historia.

Pero se ignora que la remuneración al accionista ha ido cambiando de forma, hasta el punto de que ahora mismo gran parte se realiza mediante recompra de acciones. Si sumamos dividendo y recompra de acciones, la remuneración no es muy diferente a la media histórica.

Las redes y los medios pueden ser muy buenas fuentes de información si se eligen las cuentas o los medios adecuados. En caso contrario, son una fuente de confusión y manipulación, que hace que mucha gente se pierde los periodos alcistas en bolsa.

Artículo escrito por Víctor Alvargonzález para El Español