Reflexiones en el día de la retirada de Michael Burry
Artículo publicado en El Español (18 de noviembre 2025)
Michael Burry se hizo famoso por ser de las pocas personas -por no decir la única- que predijo la crisis de las hipotecas subprime. Aquella predicción le convirtió en un mito para toda una generación de analistas, inversores e influencers.
Desgraciadamente, su última predicción le ha llevado a tener que retirarse de la gestión de fondos, al menos temporalmente. Su apuesta contra el mercado no ha funcionado y los inversores le han dado la espalda.
Con independencia de que en esta ocasión se haya equivocado y no haya valorado adecuadamente la importancia de la llegada de la inteligencia artificial (IA) al tejido productivo, su retirada es una señal a tener en cuenta.
Burry insiste en que los precios de las grandes empresas tecnológicas son excesivos
Porque Burry no es uno de los muchos bocachanclas que hay en las redes tratando de llamar la atención metiendo miedo para conseguir seguidores, visionados, likes o vender libros.
Es un gestor serio y profesional, que siempre ha puesto su dinero donde ha puesto sus palabras, cosa que no se puede decir de toda esa gente que opina desde la grada sin correr ningún riesgo. Incluido el de perderse las subidas.
Hace tiempo que Burry, que se hizo famoso gracias a la película The Big Short, insiste en que los precios de las grandes empresas tecnológicas son excesivos, lo que le llevó a realizar toda una serie de inversiones contrarias a la que ha sido luego la evolución del mercado.
Es lo que se conoce como ponerse corto (short) y, si te pones corto en un activo, ganas si baja, pero pierdes si sube.
Burry ha mostrado siempre una grandeza y honestidad profesional poco habitual
Burry ha mostrado siempre una grandeza y honestidad profesional poco habitual. Para empezar, se moja, nada que ver con los analistas y estrategas de las muchas entidades financieras españolas, que si les preguntan sobre su visión del mercado siempre dicen eso de “hay que diversificar”, que vale igual para un roto que para un descosido.
Luego se limitan a imitar lo que hagan los índices bursátiles, poner el porcentaje de renta variable típico para cada perfil y a vivir, que son dos días.
Burry al menos hacía su trabajo y se ganaba la comisión de gestión, aunque en esta ocasión su estilo sesgado a la baja fuera el menos adecuado ante la llegada de una nueva revolución tecnológica e industrial como la IA.
Desde que fundé Nextep (en julio de 2019), mi visión del mercado ha sido justo la contraria a la de Burry. Con la única excepción del año 2022 y cierta acumulación de liquidez antes de los aranceles de Trump (más que nada porque lo había anunciado en su campaña electoral).
La IA representa una de las mayores revoluciones tecnológicas e industriales de la historia
Quitando esas excepciones, no sólo he sido alcista, sino que he insistido hasta la saciedad en que la IA representa una de las mayores revoluciones tecnológicas e industriales de la historia, mayor que la máquina de vapor o incluso la electricidad.
Y que, como todas esas revoluciones, dispara la productividad y, en consecuencia, los beneficios empresariales. Y son ocasiones que hay que aprovechar y tener la mayor exposición posible a la renta variable, que es lo que hemos recomendado a nuestros clientes.
En nuestra opinión, todavía faltan cosas para que entremos en ese periodo en el que hay que empezar a plantearse seriamente retirarse del mercado y pasar a activos defensivos.
Pero el hecho de que alguien serio como Burry tire la toalla es un dato que tiene mucho más peso que si lo hace alguno de los que llevan años anunciando todos los días, la burbuja y la crisis. Y queda anotado. Porque es cuando todo el mundo cambia de acera cuando aumentan las probabilidades de cambio de tendencia.
Es cuando todo el mundo cambia de acera cuando aumentan las probabilidades de cambio de tendencia.
Hay otra lección, esta más de largo plazo, y que sería bueno que tomaran nota milenial y generación Z: los bajistas ganan batallas, pero los alcistas ganan las guerras. A partir de 2009 se produjo un cambio que, 16 años después, sigue vigente, y es la insistencia en que siempre hay una burbuja a punto de desinflarse y una crisis a punto de estallar.
La consecuencia es que muchos inversores se han perdido un largo periodo alcista, solo interrumpido por la Covid-19 -que obviamente no predijo nadie-, el difícil 2022 y el susto de los aranceles.
Las nuevas generaciones han podido comprobar que los mercados bajan, pero también que suben. Que no hay que ser bajista o alcista como si fueras del Real Madrid o del Barcelona, sino que dependerá de los factores y motores que estén moviendo al mercado en cada ocasión.
Burry no se retira por ser malo en lo suyo, sino por estar demasiado influenciado por una visión bajista de los mercados.
No hay que ser bajista o alcista como si fueras del Real Madrid o del Barcelona
Burry finalmente acertará. En nuestra opinión, su error ha sido no valorar en su auténtica dimensión la llegada de la IA y el timing. Muy probablemente la IA acabe en una gran burbuja con terribles consecuencias para las bolsas, pero no podremos decirlo hasta que las valoraciones sean similares a las de, por ejemplo, marzo del 2000.
O cuando se produzcan excesos de crédito (a las empresas de la IA), similares a los que le llevaron a la crisis de las subprime. Pero, de momento, las grandes tecnológicas ganan muchísimo dinero y las exposiciones de crédito de los bancos no son de tan baja calidad.
Gracias Michael Burry por enseñar a muchos a ser bajistas -algo tan importante como saber aprovechar las subidas bursátiles-, qué pena que no hubiera otro como tú que les enseñara a disfrutar también los mercados alcistas.
Artículo escrito por Víctor Alvargonzález para El Español

