Hacia dónde soplará el viento que moverá las bolsas

Las bolsas llevan un tiempo como un barco de vela cuando deja de soplar el viento, y la pregunta es hacia dónde soplará cuando regrese. Ningún estado es permanente, y hay que tratar de ver si lo que viene es tormenta, arrecife o viento a favor.

Aunque pueda parecerlo, la calma chicha no es generalizada. Hay activos, sectores y países que empiezan a tener el viento a favor, como el EuroStoxx 50. Hay que analizar cuál es el peso de estos activos en el conjunto de los mercados, y ver si los sectores que están cambiando de rumbo tienen algún denominador común, si están siguiendo la corriente.

También puede llegar la tormenta. Normalmente los nubarrones son fáciles de identificar, y ahora los profesionales del sector parecen haber encontrado el “espantajo” perfecto: la inflación. Esta, sin embargo, sólo es mala para quien no sabe identificar qué tipo de inflación puede llegar y qué activos se ven beneficiados y perjudicados por ella.

Si la inflación subyacente aumenta muy por encima de lo previsto habrá tormenta, pero puede ser una de verano, que no se prolongue demasiado. Además, si no aumentan los costes laborales, los resultados empresariales se podrían ver beneficiados.

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Fuente de la imagen: El Confidencial