Rentabilidad carteras ETF desde inicio (26/03/2020)

24 de Febrero 2021

Muy buen resultado en nuestras carteras de ETF

Hace ahora casi un año decidimos ampliar nuestro servicio de asesoramiento en el diseño de carteras de fondos incorporando un servicio similar de carteras formadas por ETF. En realidad los ETF también son fondos de inversión (cotizados) pero no nos vamos a complicar con temas relacionados con la nomenclatura porque lo importante son los resultados.

Y aquí los tienen: les presentamos la rentabilidad obtenida por nuestros clientes desde que empezamos a ayudarles a diseñar carteras formadas por ETF.

rentabilidad

Esta rentabilidad no es fruto de la casualidad.

En primer lugar, son fruto del acierto en la selección de activos, sectores y países. Estos resultados demuestran que en los últimos 12 meses ha ocurrido igual que en los 12 años anteriores, y es que más del 80 % de la rentabilidad depende de la distribución de activos y no de la elección de gestores, puesto que los ETF son productos de gestión pasiva que invierten en índices, subíndices y grupos de valores

En segundo lugar y muy relacionado con lo anterior, porque los ETF permiten centrar el tiro. La capacidad de hacer apuestas sectoriales muy concretas o incluso de grupos de valores o ideas concretas de inversión es mucho mayor en los ETF que los fondos tradicionales.

En tercer lugar, porque los ETF son mucho más baratos. Las comisiones de gestión son de media un 80 % menores que en los fondos tradicionales y aunque los intermediarios (bancos, sociedades y agencias de valores) aplican corretajes en las compras, no son en absoluto comparables a las comisiones de gestión de los fondos tradicionales. Y, al tratarse de corretajes fijos más bien reducidos, se convierten en poco significativos a partir de cierto volumen de inversión (carteras de más de 20.000 euros en adelante).

Esta cuestión de la comisión es muy importante en las carteras de perfil de riesgo moderado y conservador, puesto que con los tipos de interés actuales es la única forma de tener productos conservadores con rentabilidad positiva. Si los bonos no dan cupón o es muy bajo y la comisión es muy alta, se garantiza la rentabilidad negativa del producto. Pero en los ETF, al ser muy baja la comisión se puede aspirar a resultado positivo en productos de bajo riesgo.

Además, los ETF permiten una rápida cobertura de las posiciones, ya que se pueden incorporar ETFs inversos en minutos a la cartera. Y en caso de tener que vender, las ventas se realizan en minutos y no como en los fondos de inversión donde esas mismas ventas pueden llevar un día entero o incluso dos para tener fecha valor.

La desventaja fiscal es real, aunque solo en el sentido de que el impuesto se paga en el momento de realizar la plusvalía, ya que lo que está claro es que finalmente ya se trate de fondos de inversión o cualquier otro producto al final se “pasa” por hacienda. Pero también es cierto que limitando y controlando los movimientos y centrándonos solo en los necesarios.

En realidad, los ETF y los fondos de inversión tradicionales son absolutamente complementarios. Los primeros son todo ventajas, pero no tienen la ventaja fiscal y los segundos son todo inconvenientes si los comparamos con los ETF pero tiene la ventaja fiscal, por lo tanto lo ideal es tener ambas carteras en paralelo.

En este sentido les proponemos que consulten a nuestros asesores 91 350 61 50, porque el precio del asesoramiento no tiene por qué ser significativamente mayor por el hecho de añadir el de una cartera de ETFs al de una cartera de fondos tradicionales.