Qué es la Gestión discrecional de carteras

Cuando hablamos de gestión discrecional de carteras, nos dirigimos a los inversores que no quieren o no tienen tiempo de analizar fondos de inversión, ETFs o acciones para construir una cartera bien formada en cuanto a rentabilidad esperada, diversificación y a un nivel de riesgo amolde a su tolerancia (de modo que le deje dormir bien). Del mismo modo que tampoco quieren o pueden tener que ordenar o tramitar por sí mismos la compraventa de dichos activos financieros. Para ello, delegan todo el proceso en un contrato de gestión discrecional de cartera y dejan que la entidad a la que se lo encarguen lo haga todo por ellos, reportándole los informes de resultados periódicamente.

 


Es preciso recordar que dicha entidad puede gestionar estas carteras con los activos que solo ella comercializa (que no tienen por qué ser los activos más baratos y, de hecho, reciben comisiones por venderlos, por lo que es posible que ni tengan que ser los más adecuados para cada cliente) o bien puede encargárselo a una entidad de asesoramiento financiero independiente como Nextep Finance, para analizar un abanico completamente abierto de posibles activos y no meter solo los de la casa, de clases limpias (las más baratas) y eligiendo los mismos de forma lo más objetiva posible para adecuarlos como un guante al perfil y expectativas del cliente y no de la propia entidad. Por cierto, a un precio muy razonable como veremos más adelante.


En qué consiste la gestión discrecional de carteras

Se trata de un servicio de inversión que permite delegar la gestión completa de las inversiones. En otras palabras, dejar que el asesor financiero o el gestor de carteras se encargue de todo el proceso de inversión.

A través de la gestión discrecional de carteras se autoriza al gestor a que tome todas las decisiones de inversión y ejecute las órdenes de compra y venta sin necesidad de consultar cada una con el cliente. Precisamente por eso se llama discrecional, porque las decisiones son a discreción del gestor.

Qué hace un gestor de carteras

En un servicio de gestión discrecional de carteras el gestor o asesor se encarga de todo.

Es quien establece la estrategia general y también las tácticas particulares que hay que seguir en cada momento. Esto pasa por:

  • Saber qué tipo de inversión, mercado, país, divisa o sector es adecuado a cada cliente y en cada momento. 
  • Decidir el momento de compra y venta de cada activo según la situación de mercado.
  • Establecer un «asset allocation» o distribución de activos (cuánto va a renta fija o a variable, a cada fondo, etc.) y riesgo acorde a los objetivos del cliente.
  • Gestionar la cartera según los movimientos de los mercados financieros en el día a día. 

Para hacerlo, primero necesitará reunirse con el cliente para conocer de primera mano sus objetivos financieros, aversión al riesgo y horizonte temporal de inversión, entre otras cosas. Así podrá dar con su perfil de inversión y crear una cartera personalizada acorde a sus necesidades. 

Eso es precisamente lo que hacemos en Nextep Finance a través del servicio de asesoramiento en carteras gestionadas. 

Tipos de gestión de carteras 

Hoy en día existen tres modelos de gestión de carteras para quienes necesitan este servicio. 

El primero sería el asesoramiento. En una cartera asesorada el usuario tiene siempre la última decisión sobre sus inversiones. Lo que recibe por parte del asesor son consejos que después podrá seguir o no. Es decir, él es quien tiene la responsabilidad de ejecutar la estrategia de inversión siguiendo los consejos del asesor (en caso de que quiera hacerlo).

El segundo modelo es el de carteras gestionadas de forma discrecional, donde se ceden las decisiones de inversión y la ejecución al asesor.

Si el asesor es independiente, en ambos casos se pagará una comisión explicita por el servicio de asesoramiento.

Por último, hay una opción híbrida compuesta por fondos perfilados, que pueden ofrecerse como una cartera de fondos, como hacen los roboadvisors y algunos asesores financieros, o como un fondo de fondos (un fondo de inversión que invierte en otros fondos de inversión). Cuando se realiza a través de una cartera gestionada, existirá una comisión explícita por la gestión, mientras que en un fondo de fondos perfilado esa comisión se descuenta diariamente del fondo y eso hace que sea menos transparente. 

En las carteras perfiladas de fondos, normalmente el gestor hará también una gestión discrecional (se encargará de todo), pero no tiene por qué ser así. Cuando se usa un fondo de fondos, el gestor será quien decida todo.

Ventajas de la gestión discrecional de carteras

¿Qué puede aportar la gestión discrecional de carteras al inversor? Principalmente la tranquilidad de saber que su dinero está gestionado por un profesional de confianza que es experto en inversiones.

Lo que aporta este modelo de inversión es:

  • La posibilidad de despreocuparte de las decisiones de inversión. El asesor se encargará de hacerlo por ti, incluida la parte de ejecución.
  • Una visión más imparcial de tus inversiones, ya que el asesor no invierte su propio dinero y eso es una ventaja en términos psicológicos. 
  • La experiencia y conocimientos que aporta el asesor. Esto se traduce en carteras de inversión más balanceadas y mejor diversificadas, que sí responden de forma adecuada a las necesidades del usuario.
  • Ahorro de costes. Una de las ventajas de las carteras gestionadas de las que menos se habla y que más clara es. El ahorro de costes en este caso puede venir por dos lados. El primero es porque un buen asesor configurará una cartera usando solo clases limpias de fondos, que no incluyen retrocesiones y son más baratas. El segundo es porque un asesor tiene acceso a productos en condiciones a las que un particular no siempre puede acceder. Ambos puntos, pilares del servicio de Nextep Finance.
  • Transparencia, porque siempre podrá ver la evolución y resultados de la cartera de inversión.

Al final, las ventajas de este modelo se pueden resumir en comodidad, profesionalidad, ahorro y mejora de la rentabilidad (normalmente). 

¿Y las desventajas? Como todo modelo, el de gestión discrecional de carteras no es perfecto. 

El principal riesgo es que el asesor cree una cartera estándar para todos sus clientes. En otras palabras, que no se trate de una cartera personalizada, con el riesgo de que no represente bien su perfil como inversor. 

El segundo inconveniente es que todo en esta vida tienen un precio. La gestión discrecional de carteras implica el pago de una comisión de gestión que se aplica sobre el patrimonio gestionado (el dinero invertido) y, en algunos casos, se compensa una rebaja de esta comisión fija (que se aplica siempre sobre el patrimonio), con una comisión de éxito (que solo se cobra si hay ganancias y sobre el importe de la ganancia). Por fortuna, si el trabajo está bien hecho, esa comisión de gestión fija es insignificante y la de éxito se cobra solo si el cliente gana (por lo que ambos salen ganando).

¿Cuánto se suele cobrar por comisión de gestión discrecional de carteras? El porcentaje varía en función de la entidad. En Nextep Finance esta comisión fija se sitúa entre 0,425% y 0,93% sobre el patrimonio gestionado, dependiendo del perfil y del importe de la cartera. Pero lo normal es encontrar comisiones de gestión discrecional por encima del 1%.

Cómo se crea un modelo de cartera de gestión discrecional

Una cartera gestionada se crea como cualquier otra cartera de inversión. El proceso es básicamente el que hemos explicado al hablar de la labor del gestor. 

Por un lado, hay que conocer bien al cliente, saber cuál es su situación patrimonial global, nivel de ahorro y gastos, conocimientos financieros, aversión a la pérdida y horizonte temporal y, sobre todo, sus objetivos. En otras palabras, por qué y para qué invierte. 

A partir de ahí se valorarán:

  • Qué estrategia se llevará a cabo.
  • Qué activos son los más adecuados y su proporción. Se distingue entre el «asset allocation» (distribución por activos entre renta variable y renta fija, países, divisas, etc.) y posteriormente el «security selection» (elegir los activos que formarán la cartera para cumplir con el asset allocation y el perfil del cliente)
  • Cómo y cada cuánto se harán cambios en la cartera, que puede ser algo fijo o, como es más adecuado, dependiendo de las circunstancias del mercado.

Así es como se crea y se gestiona una cartera de inversión y eso es básicamente lo que un asesor hará por ti. 

¿Merece la pena la gestión discrecional de carteras?

Pues la respuesta es un depende. Se trata de un buen servicio, pero hay que tener claro para quién es la gestión discrecional de carteras. Es decir, qué usuarios pueden sacar más partido de ella.

Por un lado, este servicio está pensado para quienes tienen pocos conocimientos de inversión  y necesitan ayuda. 

Por otro lado, también es adecuado para quienes buscan la comodidad de no tener que preocuparse de sus finanzas a cambio de pagar una comisión. Lo mismo aplica para quienes no tienen tiempo para invertir (o ganas) o quienes saben que no serán suficiente ágiles a la hora de ejecutar las órdenes.

Esta es la principal diferencia con el servicio de asesoramiento, donde el inversor también recibe ayuda para crear y mantener su cartera, pero debe ser él quien tome la decisión final y ejecute la orden. 

En este punto también hay diferentes niveles de asesoramiento con un nivel de personalización mayor o con posibilidad de estudiar más cambios en la cartera a lo largo del año. Con una gestión discrecional no habrá que preocuparse de eso.