Qué es asset allocation: lo que debes saber

A la hora de invertir, no solo importa qué activos se eligen, sino también cómo se combinan. La asignación de activos, o asset allocation, es uno de los conceptos más importantes en la construcción de carteras de inversión.

Ayuda a estructurar la inversión con criterio y adaptarla a lo que realmente necesita cada persona en función de sus objetivos y perfil inversor. En las siguientes líneas, explicamos en qué consiste, cómo aplicarlo y por qué es clave para tomar decisiones bien fundamentadas.

En qué consiste el asset allocation

El asset allocation es la estrategia que se sigue para repartir la inversión y el patrimonio entre diferentes tipos de activos: acciones, bonos, liquidez, inmuebles, materias primas, etc. Es como diseñar un menú equilibrado: no se trata solo de elegir ingredientes que nos gusten, sino de combinarlos bien para tener una dieta variada y saludable. 

Del mismo modo, no se trata de llenar la cartera con los activos de moda, sino de asignarles un peso específico en función de lo que se quiere conseguir: crecimiento, estabilidad, protección o una mezcla de todo ello.

La clave está en encontrar un equilibrio que tenga sentido para cada uno, según el perfil de riesgo, el horizonte temporal y los objetivos personales. 

Qué aporta una buena asignación de activos a tu cartera

Una buena asignación de activos ayuda a reducir el riesgo general de la cartera sin renunciar a una buena rentabilidad. ¿Cómo? Diversificando. Si una parte de la cartera se comporta mal en un momento concreto, otra parte puede compensarlo. Esto hace que el conjunto de la inversión sea más estable y mejora el binomio rentabilidad-riesgo.

Por ejemplo, si los mercados de acciones caen, los bonos o el oro podrían estabilizar el conjunto. La clave de una buena asignación de activos está en buscar elementos que no estén correlacionados entre sí. Es decir, que no se comporten igual ante un mismo estímulo.

Además, permite adaptar la cartera a la situación vital del inversor en cada momento. No es lo mismo invertir pensando en la jubilación dentro de 30 años que dentro de 10 años o hacerlo con la vista puesta en una compra importante dentro de cinco años. Un buen asset allocation ayuda a ordenar la inversión y darle coherencia.

Y todo esto se traduce en una rentabilidad superior. Según el estudio “The Importance of Asset Allocation” publicado por Gary Brinson, Brian Singer, and Gilbert Beebower, la distribución de activos es responsable de un 92% del rendimiento de una cartera de inversión por solo un 5% que depende de la selección concreta de títulos (empresas en las que invertir, por ejemplo).

Cómo se hace asset allocation

Acertar con la distribución de activos es clave y por eso es importante entender cómo se construye una cartera paso a paso:

El primer paso es definir el perfil de riesgo: cuánto se está dispuesto a ver fluctuar las inversiones sin perder la calma. Después habrá que atender al horizonte temporal, que marcará en buena medida la capacidad real de asumir riesgos y que suele estar muy ligados a los objetivos que se quieren conseguir. 

Esto llevaría al segundo paso: diseñar el esqueleto de la cartera, que se puede definir como el porcentaje en renta variable, renta fija u otros activos como materias primas (inversión en oro, por ejemplo) que se quieren tener. Aquí se puede incluir también la liquidez para aprovechar oportunidades de mercado.

Un ejemplo sería la clásica cartera conservadora 60-40, que destina la inversión a renta variable y un 40% a renta fija. Esto es lo que se conoce como asset allocation estratégico. 

Una vez decidida la distribución inicial, se puede profundizar un poco más en la cartera como tercer paso con un asset allocation táctico, con el que se escogen los países y sectores en los que conviene tener presencia en cada momento según las circunstancias de mercado.

Y en cuarto y último lugar,  no basta con diseñar la cartera una vez y olvidarse de ella. Hay que revisarla cada cierto tiempo (por ejemplo, cada 6 o 12 meses) para ver si sigue teniendo sentido ese asset allocation estratégico, si hay que hacer cambios o si hay que rebalancear la cartera para que recupere su distribución inicial.

Para saber si la composición de la cartera está bien equilibrada y adaptada a los objetivos, hemos creado una herramienta de análisis y diagnóstico. Gracias a ella es posible  revisar los pesos asignados a cada tipo de activo y a detectar posibles ajustes para mejorar la estrategia de inversión.

Obtener diagnóstico de mi cartera

Asset allocation estratégico

La asignación estratégica es la base de toda cartera a largo plazo. Aquí se define la distribución de activos que mejor encaja con los objetivos y perfil de riesgo de cada inversor. Y, salvo ajustes puntuales, se mantendrá más o menos estable en el tiempo.

A partir de ahí, habría que escoger los productos concretos (fondos, ETFs, etc.) que representarán cada bloque. Lo importante es que esta estructura sea coherente con el plan de inversión. La revisión periódica servirá para rebalancear y mantener los porcentajes iniciales.

Asset allocation táctico

La asignación táctica consiste en ajustar puntualmente la cartera en función de las condiciones del mercado. Una vez definida la estructura general (por ejemplo, un 40% en Renta Variable), se decide qué instrumentos concretos se utilizarán para cubrir ese porcentaje y se ajustan al momento de mercado. Aquí es donde se puede apostar por uno u otro país o por uno u otro sector según las circunstancias del mercado. 

Esta distribución táctica se puede hacer con fondos de inversión o ETFs. Y dentro de cada categoría, elegir entre distintas regiones, estilos de gestión o sectores. Por ejemplo, si se considera que el mercado estadounidense o asiático tendrá mejor comportamiento a corto plazo, podría darse más peso a fondos de esas regiones dentro del bloque de renta variable.

Es una estrategia más dinámica, pensada para aprovechar oportunidades o protegerse de riesgos en el corto plazo, sin perder de vista la estructura general de la cartera.

Mejor estrategia de asignación de activos

No existe una única estrategia válida para todos. La mejor asignación de activos es la que se adapta a nuestras circunstancias personales y a lo que queremos conseguir con nuestras inversiones.

En líneas generales:

  • Cuanto más largo sea el horizonte de inversión, más peso puede tener la renta variable.
  • A medida que nos acercamos a metas concretas (como la jubilación), tiene sentido aumentar el peso de la renta fija y reducir el riesgo.
  • Es importante diversificar la cartera, pero sin caer en una cartera excesivamente dispersa que sea difícil de gestionar o seguir.
  • También conviene tener en cuenta aspectos como la fiscalidad, la liquidez de los productos y nuestra capacidad de seguir la evolución de la cartera.

En Nextep, como planificadores financieros independientes, creemos que el asset allocation no es solo una cuestión de números, sino de personas.

Cada cartera tiene que tener un sentido para quien la construye, estar alineada con sus objetivos vitales y acompañarle a lo largo del tiempo. ¿Hablamos?

La información compartida en este artículo bajo ningún concepto representa una recomendación de inversión.